Sorprende Guelaguetza Infantil
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Sorprende Guelaguetza Infantil

Como los grandes, los pequeñines también vienen de las ocho regiones del estado, y también representan los bailes más emblemáticos de cada pueblo, y lo hacen con la misma pasión y entrega


La emoción se dejó sentir desde la delegación infantil de las Chinas oaxaqueñas, cuyas sonrisas y alegría generaron aplausos y gritos entre los palcos del auditorio Guelaguetza.

Con floridas canastas, largas y delgadas trenzas con listones multicolores, las Chinas oaxaqueñas hicieron vibrar con sus delicados movimientos en la Rotonda de las Azucenas, mientras algunos quedaban sorprendidos con aquel niño que saltaba con un torito de cartón con pirotecnia sobre la cabeza.

Ahí llegaron también los sones mazatecos, de las fiestas patronales de las comunidades de la Cañada, que mostraron parte de las tradiciones y costumbres de Huautla de Jiménez, tierra de la conocida curandera María Sabina.

Una voz delgada de niña mostró la grandeza de este municipio ubicado a seis horas de la capital oaxaqueña, corazón de la Sierra Mazateca.

Sin titubeos ni inhibiciones, decenas de niños y niñas reflejaron el esplendor de su pueblo, la cultura y tradición, que a más de uno cautivó.

Entre aplausos también se hizo presente Santa María Tlahuitoltepec, de la Sierra Norte, al recordar con sus sones y jarabes mixes las enseñanzas de sus ancestros y el tributo a la tierra, el viento, la nube, la lluvia y el sol.

Los bordados de las blusas y el simbolismo en cada movimiento enchinaron la piel de propios y extraños, que no dejaron de admirar la disciplina y el amor por la cultura que demostró cada participante.

En el auditorio del Cerro del Fortín acudió además la delegación de Huajuapan de León, de la región Mixteca, ubicada al norte de Oaxaca, cuyos siete sones representaron la fauna de la región y las costumbres heredadas y puestas en alto desde la infancia.

La tierra de la inmortal Sandunga también hizo estremecer a muchos con el porte de la delegación infantil de Santo Domingo Tehuantepec, zona de rica tradición cultural y cuyo porte de las mujeres y hombres, reflejan parte de la cultura que los distingue del resto.

Con la Danza de la Pluma, la delegación de San Martín Tilcajete mostró algunos pasajes de la Conquista en México, donde la singularidad de los penachos y el vestuario generó aplausos en varias ocasiones.

Con la banda de música del Centro de Iniciación Musical (CIMO), se presentó también Miahuatlán de Porfirio Díaz, de la Sierra Sura, cuya música antigua y popular fue agradecida por los asistentes, quienes se quedaron sorprendidos por el grupo de niños y niñas que no se dejaron intimidar ante el gran escenario.

De esta delegación, el centro de atención se la llevó una pareja de niños de al menos seis años, que además de mostrar dominación del baile, no se dejaron distraer de aquellos que les pedían voltear para una fotografía.

Frente a los palcos, llegaron Santiago Pinotepa Nacional, de la Costa y Sola de Vega, de la Sierra Sur, que mostraron sus raíces y orgullosos compartieron parte de lo que en sus tierras se cosecha y se produce.

Finalmente, la delegación infantil de Tuxtepec cerró con broche de oro con la Danza de Flor de Piña, con hermosos huipiles y trenzas de colores. El misticismo y la gloria se hicieron presentes; la danza cautivó y estremeció a miles.


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