Armenta y López lleva más de dos años cerrada
La calle del Centro Histórico se ha vuelto un punto de comercio informal del magisterio oaxaqueño
Han pasado dos años y dos meses que la calle de Armenta y López entre Hidalgo y Guerrero, sigue ocupada por integrantes de la Sección 22 del magisterio oaxaqueño y cuya plaza de comerciantes ambulantes sigue creciendo.
Desde el 15 de mayo de 2016, los integrantes de este gremio instalaron un plantón frente a este edificio, en el marco de un paro de actividades y aunque se levantó la protesta masiva, la presencia de los docentes en ese punto permaneció.
El resguardo del edificio también se debió al rumor de que las autoridades federales y estatales desmantelarían las oficinas sindicales de esta sección después del decreto de 2015.
Por eso, las carpas y casas de campaña fueron colocadas; con el paso del tiempo, de la venta de libros de texto, piratería (discos compactos, DVD´s), pasó a la presencia de los puntos de venta para viajes a la Ciudad de México.
Esta situación impide el paso vehicular y el uso de esta calle al estacionamiento de unidades de motor.
Además, ya son cinco empresas las que ofertan los viajes a la capital del país, sin garantías y siguen operando bajo la ilegalidad pese a los distintos operativos que ha encabezado la autoridad municipal de Oaxaca de Juárez.
A esta presencia de vendedores, se sumó la llegada de comerciantes de frutas y verduras, quienes perdieron sus espacios sobre las Riberas del Río Atoyac y buscaron cobijo con las organizaciones que son aliadas de la Sección 22.
Por eso, ahora, se expenden productos como tomate, aguacates y demás legumbres, así como otros comestibles que forman parte de este plantón.
Aunque la dirigencia que encabeza Eloy López Hernández rechazó impulsar la presencia de los vendedores y comerciantes, tampoco han determinado levantar la presencia de este grupo.
Transeúntes, automovilistas y comerciantes establecidos pidieron a los trabajadores de la educación, así como a las autoridades liberar la calle para el uso de todas las personas.
Además, los comercios formales acusaron una competencia desleal de parte de los vendedores que no pagan impuestos y se están beneficiando.