Vendedores ambulantes: una plaga en Oaxaca
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Vendedores ambulantes: una plaga en Oaxaca

Comerciantes establecidos dijeron que en la última década se ha dado el incremento exponencial del ambulantaje a la sombra de las autoridades municipales y dirigentes.


Vendedores ambulantes: una plaga en Oaxaca | El Imparcial de Oaxaca

En los últimos 10 años, bajo el cobijo de diversas organizaciones sociales y la indiferencia de las autoridades municipales de Oaxaca de Juárez, el comercio informal se ha ido incrementando en las calles del centro histórico de manera alarmante, afectando principalmente a comerciantes establecidos y mercados.

Se estima –dijeron comerciantes y locatarios de mercados centrales-, que existen en la capital alrededor de 8 mil comerciantes semifijos, tanto en el zócalo como en la Alameda de León, el paseo Juárez el Llano, afuera de los hospitales y en algunas plazas comerciales.

Tan solo, comentaron, en el centro histórico y en las calles cercanas existen por lo menos 3 mil comerciantes de diversos giros, que son controlados por las organizaciones y sindicatos, solapados por las autoridades municipales del centro.

Cabe señalar que los comerciantes semifijos y ambulantes no solo se disputan los clientes con los propietarios del comercio establecido, también lo hacen con vendedores de otros estados, entre de ellos, de Tlaxcala, Puebla y del Estado de México, que trabajan de manera irregular.

Se triplica número

Fuentes consultadas dijeron que en un censo realizado en 2008 existían en promedio 900 puestos semifijos en la ciudad, sin embargo ahora tan solo en el centro existe más de 3 mil vendedores de ropa, zapatos, discos, lentes, flores, tomate, chile, cebollas y frutas.

Además de módulos de venta de boletos para autobuses que viajan a la Ciudad de México, telefonía celular, accesorios, artículos de plástico, aparatos electrónicos, cinturones, artículos deportivos, así como juguetes para los niños, entre otros.

Aun cuando de manera paralela al conteo de los comerciantes, se llevó a cabo un acuerdo de cabildo en el cual ya no se iban a otorgar permisos para la instalación de nuevos puestos, en los últimos 10 años el comercio informal se ha triplicado, expresaron.

Dirigentes del comercio establecido en reiteradas ocasiones han reprobado la proliferación de los puestos semifijos y vendedores ambulantes en las calles; algunos establecimientos informales operan como extensión de los propios mercados públicos, auténticamente.

Asimismo, la mayoría de ellos coincidió que la venta informal que realizan los comerciantes semifijos y ambulantes les ocasiona un 50 por ciento de pérdidas de sus ganancias que deberían obtener para el pago de los impuestos, así como para el pago de sus trabajadores.

“Tolerados”, sin permiso

En las tres últimas administraciones municipales, el número de comerciantes ha crecido de manera alarmante dentro de las calles, en donde más se han instalado los comerciantes son la segunda, tercera y cuarta de Bustamante.
Según un sondeo entre dirigentes de mercados y locatarios, la cantidad de comerciantes semifijos se duplicó al término de la pasada administración municipal y actualmente se sigue incrementando día a día en las principales calles.
Aun cuando comerciantes que realizan este tipo de trabajo, dicen que se trata de algo lícito, no cuentan con los permisos correspondientes, y al contar con “el cobijo” de alguna organización, son “tolerados” por las autoridades del municipio, comentaron los entrevistados.

Dentro de las arterias que también están invadidas por los comerciantes semifijos, se encuentran las calles Flores Magón, Aldama, Miguel Cabrera, las Casas, Bustamante, así como en el Jardín Labastida, Independencia, Valdivieso e Hidalgo y en la plazuela del Carmen Alto, entre otras.

Negocio de todos

Comerciantes que pidieron el anonimato, dijeron a EL IMPARCIAL –sin proporcionar nombres-, que el ambulantaje se ha convertido en un “negocio para muchas personas, dirigentes y autoridades”, que se aprovechan de la necesidad de la gente, porque lucran con ellos por permitirles trabajar.

De acuerdo con la información, se sabe que con el pago de una cuota diaria -que no se pudo cuantificar-, los dirigentes instalan a los vendedores en cualquier espacio en la vía pública, invadiendo las banquetas del centro histórico de la capital oaxaqueña.

Comerciantes establecidos en el primer cuadro, dijeron que están hartos con los dirigentes de los ambulantes, que argumentan que tienen derecho a trabajar, “claro que realizan una actividad lícita, sin embargo, la situación cambia porque nosotros pagamos impuestos al gobierno”.


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