Crónica: Algo anda mal en Oaxaca…
Autobuses fueron utilizados por los manifestantes para bloquear
El doble sentido de la calle de Derechos Humanos es presagio de que algo no anda bien en la zona norte de la capital.
Cláxones no cesan de sonar en el cruce con la calle de Alianza.
Ahí todos se olvidan del “Uno por Uno” y avientan lámina para ganar unos metros y salir de la zona de embotellamiento.
A menos de 100 metros, hombres y mujeres con banderas en color marrón del Consejo de Defensa de los Derechos del Pueblo, colocaron autobuses del transporte público y camiones de carga para cerrar el paso vehicular.
Las consignas son las mismas de aquellos que han bloqueado la ciudad en las últimas semanas para presionar al gobierno del estado para liberar recursos a través de obras y proyectos productivos.
12: 45 horas.
Azucena debía llegar a su cita hace media hora en el Hospital General de Zona del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y aunque ha tomado dos camiones urbanos en su trayecto de Santa Cruz Xoxocotlán a la colonia Reforma, todavía le falta recorrer unas 5 cuadras.
La mujer, con justa razón, les reclama a los señores de sombrero de palma y sandalias que permanecen parados sobre el cruce de Avenida Juárez y Morelos.
En su manta viene – según ellos – el motivo de su protesta.
“Liberación de recursos económicos para las comunidades indígenas de la región de la Mixteca”, reza la manta y ellos se mantienen en pie a pesar del intenso calor que azota la capital.
Pero los airados reclamos solo generan sonrisas y burlas de los inconformes.
Después del desencuentro, la mujer de unos 60 años, continúa su pesado andar apoyada de su bastón y una sombrilla con la cual casi se abre paso entre los manifestantes de la organización social ligada a la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.
Nadie se inmuta ni se mueve del cierre vehicular, uno de 10 que mantienen un sitio al primer cuadro de la capital.
Como Azucena, cuentos de niños, hombres, mujeres y jóvenes se ven obligados a caminar calles y calles de la ciudad para llegar sus destinos.
Y la situación se complica más, cuando las empresas de transporte público, limitan sus corridas en las zonas bloqueadas en la zona norte, centro y sur, los capitalinos no tienen opción más que caminar y caminar ante la incapacidad de sus autoridades.