Se autoemplea tapando baches de obras en mal estado en Oaxaca
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Se autoemplea tapando baches de obras en mal estado en Oaxaca

Beatriz y sus tres hijos han encontrado una fuente de empleo bacheando debajo del puente del Tecnológico en la capital oaxaqueña.


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El circuito interior o libramiento sur que se desprende de la carretera federal 190 y termina en Símbolos Patrios recorre alrededor de 11 kilómetros. A lo largo de este camino, se encuentran hoyancos, zanjas, piedras y tierra que son obstáculos que deben soportar los automovilistas que lo transitan.

A mitad de este camino, a menos de cinco minutos de la capital, se encuentra el puente del Tecnológico; debajo de éste los hoyos, baches y montones de tierra sirven para que Bety y sus tres hijos hagan el trabajo que desde hace dos sexenios se ha mantenido en el olvido: el bacheo de la zona.

Un día de trabajo

El sol en su punto máximo y el reloj marcando las 13:00 horas anticipan la llegada de Bety y sus pequeños, en medio del polvo que levantan los vehículos; a lo lejos se percibe a una mujer de complexión gruesa, acompañada de tres niños, que se encaminan hacia su fuente de empleo.

 

Una carretilla, un par de palas, pico, cubetas, montones de tierra, agua del río y un cartel con la leyenda “Amigos, gracias a su cooperación vamos a la escuela”, son una alternativa para subsistir.

Bety inspecciona el área para saber qué hoyo es prioridad para taparlo. Una carretilla oxidada llena de tierra es la que conduce los montones de tierra para hacer pequeños cerros; posteriormente, su hijo mayor toma una pala para esparcir la tierra en cada bache. Uno a uno repiten ambos el mismo procedimiento, hasta terminar de cubrir el asfalto hoyudo y agrietado.

Donde hay conflicto hay oportunidad, y es lo que ha aprovechado, ya que el paso de vehículos pequeños y grandes genera una gran cantidad de polvo, y la solución que ha encontrado es bajar al río con un par de cubetas para recolectar agua y esparcirla en ambos carriles de la ribera del rio Atoyac.

Por su parte, los dos hijos pequeños de Bety colocan señalamientos, toman una cubeta pequeña y en coro gritan a cada carro que pasa “¡una cooperación!”. El resto depende de cada automovilista, si quiere aportar al bacheo o no.

Los conflictos y riegos

 

Al preguntarle a Bety el porqué de este trabajo, comenta que ha sido la única fuente de empleo donde puede tener a sus hijos y recibe un ingreso mínimo para poder mantener a su familia. Descargó camiones de fruta en la Central de abastos, trabajó en una tortillería y busco el apoyo del gobierno municipal, que la canalizó a los empleos temporales; lamentablemente, asegura, los ingresos fueron insuficientes y en algunos no recibió ni las gracias.

Secándose el sudor con su blusa y con cierta falta de aire al hablar, asegura que ha sido víctima de los patrones donde ha laborado, le han pagado lo que han querido, incluso ni le han pagado, no podía estar al pendiente de sus hijos y no sabía de ellos hasta en la noche, que llegaba a su casa, ubicada en la parte alta de Santa Rosa Panzacola. Esto fue lo que a motivó a buscar el autoempleo y hasta la fecha de eso se ha mantenido.

Sus hijos estudian en la mañana y cuando salen de la escuela todos juntos se van al río Atoyac a trabajar; los automovilistas que por ahí circulan se han percatado de la situación de la mujer y algunos que no apoyan con dinero les dejan comida, ropa o algo para tomar.

Ha sido testigo de accidentes y asaltos en esa vía de comunicación, por eso su jornada laboral termina a las 19:00 horas, después de esa hora se queda sin luz y es peligroso, “ya una vez me intentaron asaltar, afortunadamente la libré y sólo mis herramientas se pudieron llevar. Los maleantes aprovechan la hierba alta que hay a orillas del río para esconderse”, comentó.

Entre los riesgos de la zona no sólo está la delincuencia, sino las condiciones adversas: la tierra, el agua sucia y los animales que puedan haber entre la hierba que adorna el cauce de aguas contaminadas del llamado río Atoyac.

Al caer la noche, en algún lugar del río guarda sus herramientas de trabajo; con unos pesos en la bolsa, asegura que salvó el día siguiente, ya hay para comer y mandar a sus hijos a la escuela.

Con el cuerpo empanizado de tierra, la ropa y zapatos rotos, con unos chalecos reflejantes, se toman de la mano y poco a poco se van perdiendo entre la obscuridad de la noche en las calles aleñadas al Tecnológico, se van a preparar para el día siguiente repetir la jornada.

La tasa de desocupación trimestral del área metropolitana de la ciudad de Oaxaca corresponde en Mujeres 2.98 %.(Porcentaje respecto a la PEA)

A 9 años de su inauguración, la obra del circuito interior permanece en el abandono por parte de la propia Secretaría de las Infraestructuras (Sinfra), encabezada actualmente por Fabián Sebastián Herrera Villagómez, cuya instancia ha omitido informar sobre proyectos de rehabilitación en esa zona.

De igual forma, Caminos y Aeropistas de Oaxaca (CAO), encabezada por David Mayrén Carrasco, no ha informado respecto a los proyectos para 2018 en materia de vialidades.

 

 


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