Celebran el “Miércoles de Ceniza” en Oaxaca
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Celebran el “Miércoles de Ceniza” en Oaxaca

“Nosotros tomamos ceniza porque indica que todo el bien que tengamos en nuestra alma nos lo vamos a llevar a la eternidad. Al final de nuestra vida solo nos llevaremos…


Celebran el “Miércoles de Ceniza” en Oaxaca | El Imparcial de Oaxaca

“Nosotros tomamos ceniza porque indica que todo el bien que tengamos en nuestra alma nos lo vamos a llevar a la eternidad. Al final de nuestra vida solo nos llevaremos aquello que hayamos hecho por Dios y por nuestros hermanos”, expresó doña Catalina que llegó acompañada de su hija Camila.

Mientras que don Melchor expresó que la ceniza es una costumbre que nos recuerda que algún día vamos a morir y que nuestro cuerpo se va a convertir en polvo. “Nos enseña que todo lo material que tengamos aquí se acaba”.

Desde muy temprano, los diversos templos católicos se fueron llenando de fieles que acudieron a cumplir con la imposición de la ceniza. Familias enteras, adultos, niños y ancianos desfilaron por los diversos inmuebles en donde los sacerdotes colocaron la cruz en la frente de cada uno de ellos.

El miércoles de ceniza y el viernes santo son días de ayuno y abstinencia. La abstinencia obliga a partir de los 14 años y el ayuno de los 18 hasta los 59 años. El ayuno consiste hacer una sola comida fuerte al día y la abstinencia es no comer carne. Este es un modo de pedirle perdón a Dios por haberlo ofendido y decirle que queremos cambiar de vida para agradarlo siempre.

La oración en este tiempo es importante, ya que nos ayuda a estar más cerca de Dios para poder cambiar lo que necesitemos cambiar de nuestro interior. “Necesitamos convertirnos, abandonando el pecado que nos aleja de Dios. Cambiar nuestra forma de vivir para que sea Dios el centro de nuestra vida, ya que solo en la oración encontraremos el amor de Dios y la dulce y amorosa exigencia de su voluntad”, expresó el padre José Guadalupe Barragán.

La ceniza que se coloca en la frente de quienes asisten desde temprana hora a las diversas iglesias de la capital, se obtiene de la quema de palmas del Domingo de Ramos del año anterior, mismas que sirven para aliviar los errores y pecados cometidos, siempre que exista el arrepentimiento.

El sacerdote precisó que durante los próximos 40 días la iglesia Católica dedicará tiempos de oración, abstinencia y penitencia para enmarcar la celebración de la Semana Mayor.

Inicio de la Cuaresma

Para don Jacobo, acudir al templo a tomar ceniza es un signo de arrepentimiento, de penitencia, “no te quita los pecados pero es para entender que solo cambiando nuestra actitud podemos ser mejores personas. Es el inicio del camino de la Cuaresma, para acompañar a Jesús desde su desierto hasta el Domingo de Resurrección”.

En sus mensajes, los representantes de la Iglesia Católica expresaron que a partir de hoy y en los próximos 40 días, debe ser un tiempo de reflexión de nuestra vida, de entender a donde vamos, de analizar como es nuestro comportamiento con nuestra familia y en general con todos los seres que nos rodean.

En estos momentos, al reflexionar sobre nuestra vida, debemos convertirla de ahora en adelante en un seguimiento a Jesús, profundizando en su mensaje de amor y acercándonos en esta Cuaresma al Sacramento de la Reconciliación (también llamado Confesión), que como su nombre mismo nos dice, representa reconciliarnos con Dios y sin reconciliarnos con Dios y convertirnos internamente, no podremos seguirle adecuadamente.

Está Reconciliación con Dios está integrada por el Arrepentimiento, la Confesión de nuestros pecados, la Penitencia y finalmente la Conversión.

Expresaron que el arrepentimiento debe ser sincero, reconocer que las faltas que hemos cometido (como decimos en el Yo Pecador: en pensamiento, palabra, obra y omisión), no las debimos realizar y que tenemos el firme propósito de no volverlas a cometer.

Insistieron que es un tiempo de pedir perdón a Dios y a nuestro prójimo, pero es también un tiempo de perdonar a todos los que de alguna forma nos han ofendido o nos han hecho algún daño. “Pero debemos perdonar antes y sin necesidad de que nadie nos pida perdón, recordemos como decimos en el Padre Nuestro, muchas veces repitiéndolo sin meditar en su significado, que debemos pedir perdón a nuestro Padre, pero antes tenemos que haber perdonado sinceramente a los demás”.


“Urge pasar de la violencia a la paz”

*Andrés CARRERA

Al encabezar la misa de imposición de ceniza en la Catedral metropolitana, el Arzobispo Emérito de Antequera Oaxaca, José Luis Chávez Botello, hizo un llamado a la sociedad en general para pasar de la violencia a la paz.
Destacó que previo al inicio de la Cuaresma, “Dios misericordioso se preocupa y nos llama para que enderecemos el camino, no quiere la muerte del pecador por mas criminal que sea, por más pisoteada que esté la dignidad de la persona, Dios se vuelve y nos llama desde el corazón”.

Por ello, dijo que la Cuaresma es la oportunidad de experimentar la misericordia de Dios. “Los que luchan por portarse bien están mostrando que quieren seguir al Señor”, expuso ante los feligreses.

En su mensaje, habló sobre los significados de la limosna, la oración y el ayuno. “La limosna es el llamado a la apertura a los demás, es el cultivar la sensibilidad de aquello que es palpable, que cuenta menos que nosotros, no nos quedemos en cosas palpables”.

“La limosna no se limita a dar algo que nos sobra, es responder a algo que otro necesita, sea alimento, sea una ayuda o sea por la enfermedad, se trata de compartir los dones que Dios nos ha concedido para ayudar mejor a quienes nos rodean, es la sensibilidad que nos lleva a la vida fraterna, es reconocer al otro en su dignidad, aunque sea el más desfigurado tiene la misma dignidad por más que sea el arzobispo o el más alto funcionario, esa dignidad hay que respetarla y reconocerla”.

Refirió que en Oaxaca urge pedirle a Dios para avanzar en el reconocimiento a la dignidad de las personas. Sobre el sentido del ayuno expuso que no es solamente dejar de comer para comer mejor, “no es el ahorro o aguantarse, el ayuno es el esfuerzo personal por rehacer la relación, el esfuerzo personal por avanzar en el bien, por luchar contra el mal”.

“La oración es el medio que nos pone en contacto con Dios, que nos pone a dialogar con Dios, es el camino para reconocer nuestra dignidad de hijos de Dios y luchar para vivir como tales”.

Al recordar el paisaje bíblico de la Cuaresma, propuso a los creyentes que como un propósito concreto en mejorar el trato con Dios, “en enfocarse en una buena confesión pronto, que no pase de esta Cuaresma porque nos da una fuerza especial para trabajar en estos tres medios que el señor nos propone”.

“Rezar en familia sería un sacrificio de Cuaresma, a lo mejor alguien descuida la misa dominical, qué importante sería retomarlo, que en cada familia se mida, que vean qué pueden hacer para que la familia este más unida en el amor y fe, en el ambiente de trabajo, para que las relaciones sean más sinceras”.

Por ello, consideró urgente pasar de la división a la unidad, de la violencia a la paz. “Nos urge a muchos hacer ese esfuerzo para pasar de la mentira a la verdad, porque la mentira tiene que ver con la corrupción”.

Invitó a los católicos a prepararse sobre las actividades a realizar en la Cuaresma, porque “no basta por conocer la vida cristiana, sino es la invitación y llamado a enderezar la vida, a tomar en serio el camino del Señor, que lleguemos a la Pascua más unidos, reconciliados y más unidos a Dios, necesitamos hacerlo con el corazón”, apuntó.