Tras Referéndum en Cataluña, resultan al menos 465 heridos por enfrentamientos
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Tras Referéndum en Cataluña, resultan al menos 465 heridos por enfrentamientos

Hubo represión e incidentes en colegios de Barcelona, entre otras ciudades. Hay dos heridos graves.


Tras Referéndum en Cataluña, resultan al menos 465 heridos por enfrentamientos | El Imparcial de Oaxaca

Los enfrentamientos en Cataluña dejaron al menos 465 heridos en la represión para impedir el desarrollo del referéndum independentista, según el consejero de la presidencia y vocero de la Generalitat Jordi Turull. El Sistema de Emergencias Médicas de la Generalitat (SEM) indicó que entre los heridos hay dos en estado grave: un hombre herido en un ojo con una posta de goma y otro que sufrió un infarto en el desalojo de un centro de votación, en un día de máxima tensión. Hubo represión e incidentes en colegios de Barcelona, entre otras ciudades.

Frente al accionar de la policía el presidente catalán, el independentista Carles Puigdemont, denunció “el uso injustificado, irracional e irresponsable de la violencia por parte del Estado español”. Para Puigdemont la imagen exterior del Estado “ha seguido empeorando y ha llegado hoy a unas cotas de vergüenza que lo acompañarán por siempre”. “Será el Estado español el que deberá explicar al mundo lo que ha hecho hoy en Cataluña”, dijo por su parte la presidenta del Parlamento catalán, Carme Forcadell, después de votar.

La Policía Nacional y la Guardia Civil, dos cuerpos que enviaron unos 10.000 refuerzos a Cataluña, se presentaron en una gran cantidad escuelas de toda la región para incautar urnas y papeletas para impedir la consulta, prohibida por la justicia española.

El propio Puigdemont no pudo votar en el polideportivo donde había previsto hacerlo inicialmente, ya que la Guardia Civil entró en por la fuerza y tomó el control. Tuvo que desplazarse a otro colegio cercano a depositar su boleta, gracias a que a última hora el gobierno catalán instauró un censo único, por el que los 5,3 millones de catalanes convocados pueden votar en cualquiera de los 2.135 centros inicialmente previstos.

La alcaldesa de Barcelona, la izquierdista Ada Colau, también arremetió contra el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, que por el momento guardaba silencio. “Un presidente de gobierno cobarde ha inundado de policía nuestra ciudad. Barcelona ciudad de paz, no tiene miedo”, escribió en un tuit.

Las claves para entender el referéndum

El referéndum termina con años de creciente tensión entre el gobierno de esta región, de 7,5 millones de habitantes, y Madrid. Aunque dividida sobre la cuestión de la secesión la sociedad catalana reclama ampliamente esta consulta, rechazada por el gobierno español de Mariano Rajoy, que la considera anticonstitucional.

Desde su convocatoria a principios de septiembre, rápidamente suspendida por el Tribunal Constitucional, la justicia y el gobierno españoles usaron todos sus recursos para impedirla aunque no pudieron torcer la determinación de Puigdemont, presidente regional desde 2016.

Los dirigentes regionales designaron más de 2.300 espacios como puntos de votación: escuelas, residencias de ancianos, centros sanitarios o museos, algunos ocupados desde el mismo viernes por ciudadanos dispuestos a mantenerlos abiertos hasta el momento de la votación.

El cierre y desalojo ordenado por la justicia debían aplicarlo los Mossos d’Esquadra, la policía regional dependiente del ejecutivo catalán, que tiene instrucciones de sus mandos de no usar la violencia.

Previendo esta situación el ministerio del Interior desplegó en la región a unos 10.000 refuerzos de la Policía Nacional y la Guardia Civil. En las últimas semanas estas fuerzas intervinieron en la logística de la votación al incautar material y bloqueando los sistemas informáticos de recuento de votos del ejecutivo regional.

Mayoritarios en el parlamento regional desde 2015, los separatistas quieren declarar la independencia si ganan la votación aunque su aplicación no sería inmediata, explicó Puigdemont a AFP.Previsiblemente muchos partidarios del rechazo a la independencia se abstendrán en esta votación prohibida, temerosos de que una alta participación refuerce a los dirigentes independentistas.

Unos 5.500 manifestantes, según la policía municipal, desfilaron el sábado por Barcelona gritando “Cataluña es España” o “Nosotros también somos catalanes”. En el resto de España miles de personas se manifestaron también en varias ciudades para defender la unidad del país.