Gimnastas denuncian a médico por abusar sexualmente de más de 100 atletas en EU
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Gimnastas denuncian a médico por abusar sexualmente de más de 100 atletas en EU

Desgarradores testimonios de gimastas abusadas por Larry Nassar


Gimnastas denuncian a médico por abusar sexualmente de más de 100 atletas en EU | El Imparcial de Oaxaca

Les decía que era un “tratamiento especial” y durante los reconocimientos médicos penetraba con los dedos a las niñas, a esas mismas niñas a las que la Federación Estadounidense de Gimnasia (USAG) les había dicho que confiasen en Larry Nassar, el médico del equipo, y que hizo la vista gorda durante años hacia él.

Los abusos los cometió entre 1998 y 2015, año en el que fue retirado del equipo por las denuncias tanto en el equipo olímpico como en la Universidad de Michigan, en la que trabajaba.

A sus 54 años, el exgaleno pasa sus días en la cárcel, condenado a 60 años por posesión depornografía infantil, pero en un nuevo proceso judicial enfrenta siete cargos por agresión sexual, tras el cual podría recibir cadena perpetua.

Nassar se ha declarado culpable de abuso sexual en los siete casos, tres de ellos de menores de 13 años y las otras cuatro de entre 13 y 15, pero ha sido acusado por cerca de 140 gimnastas, desde que en agosto el Indianapolis Star destapó el caso.

Este martes inició el juicio en contra de Nassar y fue estremecedor escuchar el relato de sus víctimas. Casi un centenar reconoció haber tenido pensamientos suicidas.

La jueza Rosemarie Aquilina no pudo evitar emocionarse al escuchar los terribles relatos de las víctimas y de sus familiares. “El monstruo que se aprovechó de ti se va a marchitar en la cárcel”, le dijo a una de las mujeres que testificó durante la sesión de la tarde.

El juicio se celebró un día después de que Simone Biles, quien deslumbró al mundo en los Juegos Olímpicos de Río 2016 de los que regresó con cuatro medallas de oro, alzase la voz y denunciase en las redes sociales las tropelías de este depredador sexual.

 

“Yo también soy una de las múltiples supervivientes que sufrió abusos sexuales por parte de Larry Nassar (…). Durante demasiado tiempo me he preguntado si había sido muy ingenua, si había sido mi culpa. Ahora sé que la respuesta a esas preguntas es: no. No fue mi culpa”, escribió en su perfil de Twitter la noche del lunes. “Ya no me da miedo contar mi historia tras escuchar las de mis valientes amigas y de otras supervivientes”, añadía.

Biles se refería a las estrellas de la gimnasia estadounidense que le han denunciado en el último año, como Aly Raisman, Gabby Douglas, Jamie Dantzscher, Jessica Howard o Jeanette Antolin, todas medallistas olímpicas que sufrieron sus abusos cuando tenían entre 13 y 16 años.

“Estoy muy orgullosa de ti, Simone. Atravesaremos esto juntas, sabes que te sigo siempre y para siempre”, escribió ayer Raisman en Instagram.

También su madre, Nellie Biles, hizo público el apoyo a su hija a través de las redes sociales.

Y a pesar de estos abusos continuados, la pesadilla que vivieron no pasó factura a su rendimiento deportivo.

“Esos episodios los archivan en una parte de su cerebro pero están ahí y la única forma de que cicatricen y sanen es hacerlos públicos, como ha hecho Biles“, explica Pablo del Río, psicólogo deportivo del Centro de Alto Rendimiento de Madrid.

“Es un deporte en el que empiezan muy jóvenes y son más vulnerables. Confían al cien por cien en el equipo que las rodea (entrenadores, médicos…) y es más fácil que alguien pueda manipularlas. Es el propio deportista el que pone los límites pero cuando son niñas no saben muchas veces dónde están y pueden llegar a considerar normal algo que no lo es”, añade. “Una niña con una mala experiencia de abusos puede llegar a pensar que es el precio que tiene que pagar por el éxito“.

El hastag #MeToo (Yo también), que también usó Biles, se hizo viral gracias a las denuncias de numerosas actrices contra los abusos sexuales del productor norteamericano Harvey Weinstein.

El hastag ha abierto la Caja de Pandora en Estados Unidos y el huracán ha sacudido a todo el mundo. Durante años, las mujeres que habían sido víctimas de este tipo de abusos no los contaban por miedo o vergüenza pero, como dijo Oprah Winfrey en su emocionado discurso en los Globos de Oro: “Time’s Up” (Se acabó).