Cómo bajar de peso ¡sin hacer dieta!
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Nutrición

Cómo bajar de peso ¡sin hacer dieta!

El metabolismo es el ritmo que utiliza el cuerpo para quemar energía de las calorías de los alimentos y este va cambiando a lo largo de la vida


Cómo bajar de peso ¡sin hacer dieta! | El Imparcial de Oaxaca

Tratar de bajar de peso con una dieta es como enfrentarse a una pistola con un palo de madera. Podrías lastimar a alguien, pero al final te harás mayor daño que bien. ¿Por qué? La mayoría de las dietas son restrictivas, así que alentan el metabolismo, no lo aceleran. Hacer dieta envía una señal a tu cuerpo que dicen “tengo hambre.” Y, en respuesta, tu cuerpo alenta el metabolismo para acumular y hacer rendir la energía.

Hábitos que te hacen perder músculo, no grasa
Lo peor del caso es que si la escasez de alimentos continúa, empezarás a quemar músculo y no calorías, lo cual le da una gran ventaja a la grasa visceral. Tu metabolismo baja aún más y la grasa se apodera de mayor territorio.

 Acelera tu metabolismo
El metabolismo es el ritmo que utiliza el cuerpo para quemar energía de las calorías de los alimentos. En la adolescencia, tu cuerpo era un total infierno para las calorías. Pero el ritmo metabólico disminuye un 2% cada 10 años a partir de los 20s. Y ya sabes qué sucede con la energía que no se usa: se convierte en grasa.
El músculo es mucho más activo metabólicamente que la grasa. Entre más músculo tengas, más calorías quemas. Y si activas esos músculos a través de la actividad física, la quema de grasa puede durar hasta 24 horas.

Aprovecha tus mañanas
Según un estudio en la Universidad de Massachusetts, las personas que se saltan el desayuno tienen cuatro veces más probabilidades de ser obesos. Lo ideal es desayunar proteína y grasas saludables como: huevos, yoghurt, mantequilla de maní o leche. Entre más proteína consumas, más llena estarás.

Toma mucha agua
Estás hecha de agua… y necesitas tomar aún más. En los últimos 30 años, hemos duplicado el número de calorías que tomamos. ¿Por qué? Porque dejamos de tomar agua y empezamos a tomar refresco. Y lo malo del refresco es que no es agua, sino grasa líquida.

Encoje tu plato, encoje tu panza
En los últimos años se han comprobado los efectos de los contenedores que guardan la comida. Y es que, entre más grande sea el plato o vaso, más comerás o tomarás. La mala noticia de esto es que seguramente ya estás acostumbrada a comer mucho, así que eliminar el hábito será más difícil. Sin embargo, lo ideal es controlar lo que comes (y cuánto) y dónde lo colocas.