La clave de los hombres de 40 para sentirse de 25

Aunque el envejecimiento es un proceso inevitable, para muchos hombres, llegar a los 40 años es una oportunidad para dejar los malos hábitos y reinventarse con un estilo de vida más saludable, que más allá de reflejarse en un cambio físico, puede optimizar considerablemente el estado de salud y evitar enfermedades crónico degenerativas.

Para la Especialista en Endocrinología, Berenice Zumaya, es importante que los hombres conozcan los procesos y cambios que vive su cuerpo luego de los 40 años, pues, así como las mujeres pasan por la menopausia, los varones viven algo similar llamado andropausia, lo que significa que a partir de los 40 y por cada año que pase, se reduce el 1% del total de producción de andrógenos como la testosterona.

“La principal razón por la que un paciente varón busca asesoría médica luego de los 40, tiene que ver principalmente con la disfunción eréctil, la pérdida de masa muscular y un agotamiento inexplicable”, añade Berenice.

Sin embargo, antes de suplementar con testosterona (en caso de los varones), es importante evaluar el riesgo-beneficio de los efectos secundarios que puede traer este tratamiento y considerar otras alternativas que los ayuden a sentirse mejor.

La alimentación es una de las claves para beneficiar de manera casi instantánea nuestra salud, está comprobado científicamente que consumir tres porciones de granos enteros o integrales al día ayudan a mantener un peso adecuado, mejoran el sistema gastrointestinal, disminuyen las probabilidades de padecer enfermedades cardiovasculares y previenen la diabetes tipo 2.

Mucha gente relaciona el consumo de carbohidratos con el aumento de peso, pero su consumo en cantidades adecuadas no engorda, al contrario, aporta la energía necesaria para realizar actividades y tener un cerebro saludable.

Cambiando hábitos

Según la nutrióloga y especialista en ciencias de los alimentos, Amira Montalvo, es importante que los hombres de más de 40 años modifiquen su dieta y consuman los siguientes alimentos para sentirse mejor:

1. Oleaginosas, almendras, nueces y cacahuates; son excelente fuente de grasas “saludables” (mono y poliinsaturadas) fibra y proteínas.

2. Granos enteros como trigo, avena, cebada, centeno, maíz, amaranto, arroz o mijo, en panes, tortillas y productos de bollería.

3. Pescados como salmón, atún y sardinas, por su aporte de ácidos grasos y omega 3.

4. Alimentos ricos en antioxidantes como fresas, moras, uva, brócoli y otras coles, cítricos, jitomate y cebolla morada.

Además, es importante hacer conciencia sobre el consumo excesivo de azúcar, sal y alimentos fritos, así como la disminución de bebidas alcohólicas y tabaco en la dieta.

¡No busques pretextos!

Muchos hombres se excusan en la falta de tiempo para descuidar su alimentación, sin embargo, hay algunos consejos sencillos que Amira comparte a la hora de tomar decisiones alimenticias.

“Elige el agua, café o té sin azúcar, antes que cualquier refresco; siempre comienza tu comida con un plato de verduras, sopa o una ensalada sin aderezo, y acompáñalo con una pieza de pan de granos enteros lo que ayudará a tener más energía y sentirte satisfecho”, señala la nutrióloga.

Cuando tengas sólo algunos minutos para cocinar opta por hacer sándwiches de pollo o atún, acompañándolos de la mayor cantidad de verduras y sin aderezos, así tendrás un alimento completo y fácil de preparar.

Para obtener mejores resultados es importante hacer por lo menos 2 horas y media de actividad física por semana para fortalecer los músculos. No te preocupes si no tienes condición física de un deportista, inicia con 30 minutos tres veces por semana y cada quincena incrementa un día más hasta que acumules de 5 a 6 veces por semana.

Recuerda que no tienes que encerrarte en un gimnasio para hacer ejercicio, puedes caminar, subir y bajar escaleras, andar en bicicleta, hacer tareas del hogar, lavar el auto, cortar el pasto, o simplemente estirarte o bailar un poco.

“No te esperes a llegar a los 40 para cuidar tu cuerpo, considera una valoración médica anual que mida los indicadores de salud y monitorea frecuentemente el antígeno prostático en sangre”, recomienda Berenice