¿San Valentín? Las reglas de etiqueta para festejarlo con estilo

Sin duda se acerca una de las festividades (inventadas) más polémicas del año: el famosísimo 14 de febrero, día de San Valentín, del amor y la amistad, el más deprimente del año… o como le quieras llamar. Y no es que yo esté “en contra” o “a favor” de dicho evento… Lo que de plano sí te quiero decir es cómo no quedar como Bridget Jones en estos momentos tan cercanos a la celebración.

1. Dime tu edad y te diré cómo actuar

Para mí, el intercambio de regalos desmedidos y hechos para apantallar (i.e. osos de peluche gigantes, docenas de globos en forma de corazón, post-its que decoran el auto de tu “pichoncito”, serenatas inventadas con maracas y tambores, y los famosísimos admiradores secretos…) se deben dejar en la puerta de la preparatoria. Lo siento, sé que a veces parece que Cupido nos echó una flechita de más, pero hay maneras de demostrar amor sin caer en clichés.

2. En caso contrario, favor de no comentarlo a los cuatro vientos

Todas y todos hemos pasado un 14 de febrero en donde ni nuestra propia mamá nos habla para decirnos que nos quiere, pero así es la vida, sorry. Y entiendo que a veces comunicar tu frustración en redes sociales puede parecer la manera perfecta de hacer catarsis, pero no lo es, créeme. Publicar en tu status de Facebook el 14 a las 8:00 a.m. “no podría ser más feliz soltera” o postear una foto en Instagram con un ramo de flores y con la leyenda “de mí para mí” parece un acto de desesperación (aunque no lo sea… estoy segura que eres feliz soltera, pero es más genuino cuando no lo presumes). Lo mismo aplica para los comentarios abiertamente haters como “odio el amor”…

3. O.K no tengo date, no lo voy a publicar pero, ¿qué hago?

Exactamente el punto al que quería llegar. Entiendo perfecto que “no tener una cita romántica” no significa que debas quedarte en tu casa como mueble. Hay mil planes que puedes hacer con tus amigas y amigos. Desde una movie night tranquila, hasta parrilladas nocturnas, fiesta de cocteles divertidos, champagne party o algo que pudiera ser parte de una noche a la Sex and the City. Eso sí, yo evitaría las fiestas de solteros en donde la idea es ligar. Para mí gusto, hay mucha vulnerabilidad de por medio y muchos hombres con dudosas intenciones… pero ahí sí, cada quien.

4. Estoy enamorada y sí quiero demostrarlo

¡Perfecto! Nada como un buen pretexto para decirle a tu media naranja cómo te sientes en la relación. Existen mil detalles de superbuen gusto que pueden hacer sentir al otro muy especial. ¿Qué tal una linda nota a mano acompañada de un detallito? ¿Un cupcake? ¿Una noche romántica a solas? ¿Velas, música o algo tan sencillo como acostarse a ver las estrellas? ¡Todo esto se vale! Pero la restricción de las redes sociales aplica de igual manera. No es necesario mostrar por doquier que estás en una relación fabulosa y que ‘Fufi’ es el hombre más maravilloso del mundo mundial. Esto también aplica para mandar cosas a las oficinas o espacios de trabajo, mientras más discreto y personal, mejor.

5. ¿Es mucho dar un regalazo?

No, para nada. En muchas ocasiones pasa el cumpleaños de nuestra pareja o un aniversario importante y no pudiste darle ningún regalo. Pues aprovecha esta ocasión, tampoco somos Grinches, ni nada. Y una llavecita Tiffany SIEMPRE es bienvenida (ji, ji) ¡no es indirecta!