¿Una aspirina al día para cuidar el corazón?
Oaxaca
La Capital Los Municipios
El Imparcial del Istmo El Imparcial de la Costa El Imparcial de la Cuenca
Nacional Internacional Súper Deportivo Especiales Economía Estilo Arte y Cultura En Escena Salud Ecología Ciencia Tecnología Viral Policiaca Opinión

Cuidados y Belleza

¿Una aspirina al día para cuidar el corazón?

Una revisión de ‘The Lancet’ observa que la dosis estándar no sería del todo eficaz para el 80% de los hombres y casi el 50% de las mujeres


¿Una aspirina al día para cuidar el corazón? | El Imparcial de Oaxaca

Una aspirina al día ha sido durante años una prescripción extendida en las consultas del cardiólogo para prevenir accidentes cardiovasculares. En España, “todos pacientes que han tenido problemas en las arterias del corazón la toman de por vida”, ilustra Luis Manuel López Barreiro, cardiólogo en el hospital HM Rosaleda, de Santiago de Compostela. Sin embargo, una importante revisión de estudios publicada por The Lancet, la más prestigiosa revista médica, podría cambiar la forma en que se receta de aquí en adelante.

Sus autores analizaron los resultados de 10 ensayos aleatorios en los que se testó la aspirina en un total de 117.279 participantes, de diferentes edades, sexo y constitución (peso y altura) y concluyeron que el peso corporal influye directamente en los efectos de este tratamiento.

Concretamente, observaron que una dosis de 75 a 100 miligramos de aspirina —el contenido de un comprimido infantil o de las versiones Cardio y Protect o del nombre comercial Adiro— reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares entre los pacientes que pesan entre 50 y 69 kilos, pero aquellos que sobrepasan los 70 kilos verían reducido el beneficio en hasta un 23%; por el contrario, el ácido acetilsalicílico en pequeñas dosis cuando el peso corporal es superior a los 70 kilogramos puede empeorar el diagnóstico en un primer accidente cardiovascular.

La solución para ellos —y solo para ellos, pues los participantes de menor peso corporal no les funcionaba— es incrementar la dosis a los 325 miligramos o más (una aspirina de adultos tiene 500 miligramos). Así, el 80% de los hombres y cerca del 50% de las mujeres que participaron en los ensayos no obtenían ningún beneficio de la dosis diaria de 100 miligramos; “es el mismo alcance que nos encontramos en las consultas”, aclara López Barreiro: “El mismo porcentaje de hombres y mujeres tomando la dosis diaria de 100 miligramos de apsirina pesan más de 70 kilos”.

“El valor de este estudio es que ha demostrado científicamente algo que todos sospechábamos”, explica el cardiólogo. “Normalmente, los médicos no cambiamos la práctica clínica por un solo estudio, aunque sea tan impecable como este. Pero en este caso, trata algo tan lógico que probablemente haga que a partir de ahora empecemos a tenerlo en cuenta”.

Estos mismos resultados se replicaron en la prevención del cáncer colorrectal: las dosis bajas reducían el riesgo de esta enfermedad en personas por debajo de los 70 kilos, mientras quienes pesaban entre 70 y 80 se beneficiaban de dosis más altas.

“Millones de personas toman una aspirina al día para prevenir accidentes cardiovasculares y todos los ensayos aleatorios se realizan aplicando la misma dosis a todos los participantes”, explica a The New York Times el director de la investigación, Peter M. Rothwell, profesor de Neurología en la Universidad de Oxford (Reino Unido). “Quizá estábamos equivocados y deberíamos aplicar dosis personalizadas para cada individuo, como se hace con otros medicamentos”.

“Este estudio abre el melón de la personalización”

El cardiólogo López Barreiro asegura que este estudio inicia una senda muy interesante: la de la personalización. “Abre el melón en todos los campos de la medicina. Seguramente ahora querremos ver los beneficios de todos los fármacos en el tratamiento de todas las enfermedades, para todos los pacientes”.

Las personalización es tan importante como que aborda las dos caras de la misma moneda. Según explica López Barreiro, si el ácido acetilsalicílico evita que se formen cuágulos, “y una dosis más alta puede proteger mejor de las enfermedades cardiovasculares a una persona con obesidad, por contra incrementa el riesgo de sangrado o de hemorragia. Va a haber que hilar muy fino”. De hecho, los investigadores de este estudio han observado un aumento de muerte por otras enfermedades en pacientes de peso por debajo de los 70 kilos tomando dosis altas del fármaco.


aa

 

Relacionadas: