Las obras de Frida Kahlo

Había una vez una niña llamada Frida que vivía en una casa azul en Ciudad de México. Al hacerse mayor se convertiría en una de las artistas más famosas del siglo XX, aunque por varias razones estuvo a punto de no llegar a ser adulta.
Cuando tenía seis años casi muere de polio. La enfermedad le dejó una cojera permanente, pero eso no le impedía jugar, nadar y pelear como el resto de los niños.

Luego, a los 18 años, sufrió un terrible accidente de autobús en el que otra vez estuvo a punto de morir. Y de nuevo pasó varios meses en cama. Su madre le construyó un caballete especial para que pudiera pintar recostada, pues a Frida le gustaba pintar más que cualquier otra cosa en el mundo.

Tan pronto como pudo volver a caminar, fue a visitar al artista más famoso de México: Diego Rivera.

-¿Crees que mis pinturas son buenas? – le preguntó. Sus pinturas eran increíbles: audaces, brillantes y hermosas. Diego se enamoró de su obra, y luego se enamoró de ella.

Las obras de Frida Kahlo
Frida pintó sobre cosas que pasaron en su vida, lo que pensaba y lo que sentía, y es protagonista de su obra.
Frida pintó, entre otras cosas, retratos de sus familiares y amigos, pero sobre todo realizó varios autorretratos en los que aparecía rodeada de cosas que le gustaban, la ponían triste o escenas de su vida.
Entre sus obras destacan: Autorretrato con collar o Las dos Fridas.

Diego y Frida se casaron
Él era un hombre alto y robusto que usaba un sombrero de ala ancha. Ella se veía diminuta a su lado, por lo que la gente los llamaba el Elefante y la Paloma.

PEQUEDATO
Frida pintó cientos de hermosos autorretratos a lo largo de su vida en los que aparecía rodeada de las aves y los animales que tenía como mascotas. La casa azul en la que vivía sigue aun existiendo, tal como ella la dejó, llena de color, alegría y flores.

La Casa Azul
La Casa Azul fue la casa en la que nació y vivió Frida Kahlo. Sus padres la construyeron y aparece en varios cuadros pintados por Frida.
Cuando Frida Kahlo murió la casa se convirtió en un museo sobre su vida, y desde entonces recibe visitas de turistas de todo el mundo interesados en la apasionante historia de esta mujer.

SU MUERTE
En la noche del 13 de julio de 1954 falleció en Coyoacán a los 47 años a causa de una trombosis pulmonar. Sus últimas palabras fueron: “Espero alegre la salida y espero no volver jamás”.