Amor de abuelos, entre historias y comida
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Amor de abuelos, entre historias y comida

Con ocho nietos y uno por nacer, Gerardo y Evelia disfrutan de esta segunda oportunidad como “padres”, pero en un momento y situaciones diferentes


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Es mediodía, los nietos comienzan a llegar a casa de don Gerardo y doña Evelia. Desde el más pequeño hasta el mayor, saludan a los abuelos que por días o semanas no han visto, pero que extrañan y se alegran de verlos, ya sea para pedir un consejo, platicar de la escuela o escuchar historias.

Los mensajes o llamadas los han aliviado en estos días en que las visitas fueron espaciadas, pero nada se compara con la comida que sale de la cocina de la abuela o las fábulas que crea el abuelo y que comparten en la sala o el patio de la casa.

Evelia Reyes García y Gerardo Castellanos Bolaños llevan 45 años de matrimonio, pero innumerables momentos de felicidad al lado de los nietos que ven como sus nuevos hijos y a quienes transmiten valores, historias, comida y mucho, así como el que ocurre en una tarde de agosto.

Con profesiones y ocupaciones distintas, estos abuelos oaxaqueños se dan el tiempo para forjar la mejor de las relaciones con los más pequeños en la familia.

Doña Evelia, muy ligada a la cocina tradicional, dice que el de los nietos es un amor muy especial, y el verlos nacer y crecer una bendición. Y aunque se dice que nadie consiente ni apapacha como los abuelos, ella sabe que también es necesario educarlos con principios y llamarles la atención.

“Para mí y para Gerardo fue una gran satisfacción tener a nuestros nietos sanos y bien integrados a unas familias”, cuenta quien además de afecto reconforta con el sabor, aroma y sazón de la cocina tradicional.

Entre risas, muestras de afecto y pasos que anuncian la llegada de más pequeños, acierta a decir que a esta edad “como que está uno más madurito para querer a los nietos”.

Don Gerardo, quien ejerce de contador público, investigador y escritor, es como un confidente para estos menores que disfrutan de fábulas impregnadas de valores y amor. Y es que con historias de fantasía y realidad, los alienta a seguir sus sueños y hacer posible lo que sus mentes imaginan.

“Pienso que como abuelos tenemos una segunda oportunidad, como que son nuestros hijos, sangre de nuestra sangre, pero en un momento diferente”, expresa sobre esta etapa en la que disfruta la convivencia y fomenta valores con el ejemplo.
Los nietos, dice, son vida y energía en esta oportunidad para vivir, hacer y construir, para verlos crecer en el amor y los valores que les han inculcado.

“Creo que somos más humanos ahora con los nietos que con los hijos”, apunta sobre quienes considera el impulso y motor para esta vida en familia.