Sofía y Bruno prometieron amarse y respetarse toda la vida
Unen sus destinos
Sofía Somohano caminó al altar, de brazo de su padre Pedro Somohano, del templo de Santo Domingo de Guzmán para unir su vida a la de Bruno Diéguez.
En el encuentro con el creador, la pareja intercambió las arras como símbolo de abundancia y prosperidad, luego les fue impuesto el lazo como signo de la unión y fortaleza del matrimonio. Posteriormente recibieron la bendición nupcial acompañados de sus padrinos de velación Roxana Diéguez y Alejandro Arredondo, quienes recibieron la encomienda de guiar y aconsejar a la pareja.
Después, el nuevo matrimonio fue felicitado por sus respectivos padres Juan Francisco Diéguez Moreno, Cecilia de Lourdes de Diéguez, Guadalupe Sibaja y Pedro Somohano, así como de sus familiares y amistades más cercanos, algunos de ellos procedentes de la Ciudad de México, Guadalajara, Guanajuato y de distintos estados del país.
Posteriormente, Sofía y Bruno recorrieron el Centro Histórico acompañados de las chinas oaxaqueñas. Después se trasladaron a un jardín de la ciudad, donde celebraron su unión.