Octavio y Graciela juraron amarse y respetarse por el resto de sus vidas
Sus familiares y amigos fueron testigos de su promesa ante Dios
El templo de Santo Domingo de Guzmán abrió sus puertas para recibir a de Octavio González Pérez y Graciela Adriana Villalobos, quienes juraron amarse y respetarse por el resto de sus vidas al unirse en Matrimonio.
Sus padres, Cristina Pérez Ortiz, Emilio Antonio Villalobos y Graciela Cacho Ernuld, sus padrinos de velación Araceli Cacho Ernuld y José Manuel Fernández Pineda, y sus familiares y sus amistades más cercanos, fueron testigos de este acto de amor.
Después de que el padre los declarara marido y mujer, Octavio y Graciela se trasladaron a conocida quinta, en donde con gran júbilo celebraron su unión.
Ahí, el nuevo matrimonio brindó por su amor y felicidad eterna.