Giovanni y Gabriela prometen amarse en las buenas y en las malas
El amor no tiene fronteras, unidos más allá de los límites territoriales y culturales
El templo de Santo Domingo de Guzmán fue escenario y testigo del feliz enlace matrimonial, entre Giovanni Davoli y Gabriela Ruch Vicente, quienes prometieron amarse en las buenas y en las malas, así como compartir sus existencias por encima de las adversidades.
El novio originario de Italia y la novia de origen suizo con ascendencia oaxaqueña, dieron un toque de interculturalidad a la boda. Lo que hace de Oaxaca y del templo de Santo domingo de Guzmán espacios emblemáticos, los cuales son escogidos por su belleza y su valor simbólico cultural, en el ámbito mundial.
En el evento estuvieron presentes y evidentemente emocionados Jürg Ruch y Manuela Vicente Rodríguez, padres de la novia; así como Vicenzo Davoli y Moria Marinora, padres del novio.
Después de la actividad eclesiástica, como parte de las tradiciones locales y a gusto de los recién casados, se realizó una tradicional calenda que cautivo a propios y extraños, lo cual le dio, como siempre, un sello de autenticidad que es lo que deleita a personas de otras latitudes.
Luego los invitados fueron recibidos en un conocido espacio de la ciudad oaxaqueña, para disfrutar de los sagrados alimentos y de bebidas refrescantes, lo que también dejó satisfechos a los y las presentes.
La boda fue todo un éxito, los novios agradecieron la presencia de todas y todos los invitados, los cuales venían de Suiza, Italia, Argentina y por supuesto del anfitrión Oaxaca. Con lo que se demuestra que nuestra entidad oaxaqueña no sólo es un lugar para hacer turismo e intercambios económicos, sino un espacio del gusto de la gente de todas partes del mundo, ya sea para vivir o enlazar sus vidas en matrimonio. ¡Enhorabuena, felicidades!
