Abejas la naturaleza depende de un insecto
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Abejas la naturaleza depende de un insecto

En México existen factores de riesgo que causan la pérdida de abejas, como la insistencia de sembrar transgénicos que implican la utilización de agroquímicos


Abejas la naturaleza  depende de un insecto | El Imparcial de Oaxaca

¿Cuántas crisis más vamos a crear en el mundo? A la escasez mundial de agua, la mala distribución de los alimentos que genera hambrunas, las guerras oficiales y no oficiales en decenas de puntos de los cinco continentes tenemos que agregar amenazas inimaginables, que parecen ser más una broma que una realidad que puede desaparecer la vida como la hemos conocido durante miles de años. ¿De qué hablamos?, de la disminución de la población de abejas en el mundo.

¿Alguna vez has pensado que las abejas se pueden extinguir? No, ¿verdad?, son animales que al parecer están, han estado y seguirán estando en la Tierra. Sobre estos insectos muy pronto nos enseñan que fabrican miel y se alimentan del polen de las flores, pero solo eso. ¿Te has preguntado para qué sirve ese polen?

Polen es una palabra de origen latín que significa polvillo muy fino. Científicamente ese polvillo fino son granos casi microscópicos que producen las plantas con semilla y se les conoce como espermatofitos y se encuentran en el órgano masculino de la flor, el estambre. Las abejas succionan el polen y lo trasladan al estigma, la parte femenina de la misma flor o de otra de la misma especie. Las abejas son el agente que permite la fecundación de diversas especies vegetales. ¿Cuáles? Todas las que tengan flor, desde la jamaica, hasta las orquídeas y los mangos. Todas se originan a partir del trabajo de las abejas y de otros animales como murciélagos y mariposas.

Sí, trabajar como abeja es una metáfora precisa que se extrae de la naturaleza. Estos animales recorren hasta 2 mil flores diarias y 800 kilómetros en su vida. Gracias a las abejas se multiplican gran parte de los frutos que consumimos y los cultivos incrementan su rendimiento hasta 25%, sí, gracias a ellas los campesinos pueden vender más. Las abejas también generan dinero. Almendros, pepino, fresa, café le deben su reproducción a estos insectos, sin abejas y polinizadores no hay vida.

Sus méritos no acaban en el servicio que le dan a nuestra alimentación, porque también polinizan plantas que sirven como comida para otros animales, además de otras de tipo medicinal y muchas vitales para los bosques. En total 75% de los alimentos dependen de su labor.

No obstante, en Europa y Estados Unidos desde hace por lo menos una década hay una grave preocupación porque las acciones de sus ciudadanos –desde el uso generalizado de pesticidas, hasta el cambio climático–, han generado una importante pérdida de colonias de abejas. Hay muchos factores, algunos generales, como la devastación de hábitats, algunos específicos de ciertas zonas, como la invasión de la avispa asiática, del ácaro Varroa que chupa sus líquidos internos o del parásito Nosema apis, pero el principal problema, coinciden los expertos “es que se desconoce qué está pasando realmente”.

En México también hay factores de alto riesgo que causan la pérdida de abejas, como la insistencia de empresas transnacionales para sembrar transgénicos que implicarían la utilización de agroquímicos que la Unión Europea restringe en los cultivos que atraen a las abejas, como el maíz, el girasol y la canola, pues son neurotóxicos y afectan el sistema nervioso de los insectos.

“Desde hace años en México los agricultores de la península de Yucatán y diversas organizaciones defensoras de los recursos naturales libran una gran batalla legal y social para evitar que en esa región se establezcan siembras de soya transgénica, lo que traería el uso de los citados neonicotinoides y otros compuestos químicos, con los que se afectaría a las abejas y otros insectos. Debido al uso indiscriminado de agroquímicos, también crece la mortandad de abejas en Jalisco, Morelos, Oaxaca, estado de México, Veracruz y Michoacán, por ejemplo”, explica el ecologista Iván Restrepo.

Si tu pregunta es si puedes hacer algo viviendo en la ciudad para que las abejas encuentren un buen hábitat, la respuesta es sí. Puedes desde plantar distintas flores en tus macetas o en el jardín (si florecen en distintos momentos del año mejor), dejar de usar insecticidas y perderles el miedo para evitar atacarlas como primer instinto cada que ves una de ellas. También puedes aprender a ser un apicultor urbano, una actividad que tiene cada vez mayor promoción en las grandes urbes.

Las abejas son el elemento exacto que nos debe hacer reconocer lo milagroso del equilibrio natural del planeta Tierra. Si no podemos aprender que nuestra vida depende del trabajo de un pequeño insecto continuaremos generando crisis interminables y más riesgos para nuestras vidas.