La cruda historia de las gemelas siamesas Krivoshlyopova
Las rusas Masha y Dasha Krivoshlyopova sufrieron todo tipo de traumas cuando eran niñas: el cuerpo médico de la URSS les practicaba todo tipo de experimentos
La historia de las gemelas Masha y Dasha Krivoshlyopova comienza desde su pequeña infancia, cuando tuvieron que hacerse a la idea de vivir juntas en todo momento, por un terrible error de la naturaleza.
Pero ese sería el menor de sus problemas, ya que científicos de la antigua Unión Soviética las utilizaron para un sinfín de crueles experimentos médicos.
Desde su nacimiento fueron arrancadas de los brazos de su madre por el régimen comunista. Su sistema nervioso había surgido separado, pero compartían el mismo sistema sanguíneo, por lo que los investigadores de la cruel dictadura no se pudieron resistir.
En las series de pruebas y extremos a los que fueron sometidas estaban: la electrocución, fueron quemadas, congeladas y expuestas a materiales radioactivos.
De las más crueles pruebas que les practicaron fueron exponerlas a largas horas sin dormir, sin comer y a cambios bruscos de temperatura. En uno de los experimentos, a una la pinchaban con un alfiler para ver si la otra lo sentía; en otro, metían a una de ellas en una pileta con agua helada para ver si la temperatura de la otra cambiaba.
Fueron aisladas en 1956 hasta los ocho años. Luego fueron trasladadas a un colegio especial donde habían niños con dificultades motoras.
El 17 de abril de 2003 Masha murió de un ataque al corazón. A pesar de esto, Dasha se rehusó la separación. El amor que tenía por su hermana podía más, y 17 horas después murió de intoxicación en la sangre.
“No importa la relación tóxica que tenían, al final ellas dos pasaron por muchas cosas juntas y era claro que se amaban profundamente”, dijo la periodista.