Muy sinfónico, muy “rock en tu idioma”
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En Escena

Muy sinfónico, muy “rock en tu idioma”

La nostalgia ochentera y noventera, con alguno que otro tema del actual milenio, revivió la noche del martes en el auditorio Guelaguetza


Miles de almas reunidas por el rock, un rock en español que marcó toda una época. Los temas que formaron parte de la banda sonora de muchos en los años 80, 90 y parte del 2000 resurgieron la noche del martes en el auditorio Guelaguetza. Y lo hicieron a través de las voces de Sabo Romo, María Barracuda, Roberto Casas Torres “Kazz”, Piro Pendas, Ugo Rodríguez, Héctor Quijada, Cala Villa y “Abulón”, entre otros artistas de ayer y hoy.

De la que fuera su banda (Caifanes), Sabo Romo salió para cantar Mátenme porque me muero, ante un público que a las 8:30 comenzaba a llenar gran parte de los palcos. La espera era para vivir una velada de nostalgia con acordes sinfónicos, en la que la Camerata Metropolitana y el coro Euterpe tendrían un gran papel.

Al tema cantado a dueto con Kazz, siguió Beber de tu sangre, con el que Roberto Casas recordó el sencillo que inmortalizó a su banda: Los Amantes de Lola. De Miguel Mateos (Cuando seas grande) el público dio cuenta de que Es tan fácil romper un corazón, pero que también, como decían Los enanitos verdes, hay “una muralla que divide todo lo que fue de lo que será”.

Sergio Santacruz, de Neón, salió para cantar Juegos de amor, la composición que años más tarde retomara Moenia. A Marielito tocó ser interpretado por Piro Pendas (de Ritmo Peligroso).

Fueron tres las décadas de música que revivieron en un concierto al que, además del ánimo y los aplausos, acompañaron los videos y fotos de todo el que quería inmortalizar los recuerdos de sus ídolos o mientras coreaban Alármala de tos, Lobo hombre en París, El Final o Solo por hoy.

De entre todos los vocalistas, María Barracuda salió para cantar Bolero falaz, del dueto colombiano Aterciopelados, y Ni tu ni nadie, que en 1984 lanzara Alaska y Dinamara (pero que 20 años más tarde tuviera un segundo gran momento a través de Moenia). Su actuación fue acompañada de una petición de mezcal, que la vocalista de JotDog remató con un “Oaxaca tan lindo y bonito, aquí les dejo mi corazoncito”.

El concierto que duró casi dos horas incluyó a los temas El son del dolor, de La Cuca, y Kumbala, de La Maldita Vecindad. Si hubo desorganización previo al concierto del martes o de otros de la semana, lo que dejó claro el espectáculo ideado en 2015 por el ex Caifanes es que “el rock no tiene la culpa”. Y tampoco la tuvo –parece- de la emoción que desató la actuación de Abulón, quien al ritmo de “Suena mi esqueleto” echó a correr entre el público, saludando y contagiando su energía. Además de señalar que en un lugar donde hay gente que es ignorada, esa esta la que tiene el poder: “ustedes son más poderosos”.

Tras varios temas, vino el cierre anunciado por Sabo minutos antes, pero también la muestra de solidaridad con un estado afectado por terremotos. El viaje que por momento iba de los ochenta a los 90 y 2000 terminó con un clásico nacido en 1985, de la mano de Soda Estereo y con la voz del fallecido músico Gustavo Cerati.


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