Claudia Martín y la ironía del matrimonio
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En Escena

Claudia Martín y la ironía del matrimonio

La actriz oaxaqueña encarna a una veinteañera en una obra que presenta diversos escenarios a los que se enfrentan las mujeres respecto a sus relaciones de pareja


El nombre de la nueva obra de teatro en la que participa la actriz oaxaqueña Claudia Martín conlleva una clara ironía. La obra, escrita por la excandidata presidencial Josefina Vásquez Mota y adaptada por Abril Mayett, se titula Dios mío, ¡hazme viuda por favor! Claudia, sin embargo, acaba de comprometerse en matrimonio con el productor de televisión Andrés Tovar.

La puesta en escena, en la que comparte el escenario con las actrices Helena Rojo, María Sorté, Ivonne Montero y Laura Carmine, retrata los tabúes que enfrentan las mujeres de cinco diferentes generaciones para mantener o terminar un matrimonio. En palabras de la autora del bestseller, “invita a enviudar de todos esos aspectos que nos limitan para ser nosotros mismos”.

“Mi personaje es justo totalmente diferente a lo que estoy viviendo en este momento, yo nunca fui de las chavas que soñaban a la fuerza con casarse, que ese fuera mi máximo en la vida, si encontraba a la persona correcta con la que pudiera hacer una familia yo siempre dije que sí, pero si no la encontraba tampoco pasaba nada”, cuenta Claudia en entrevista.

Su personaje, Silene, es una veinteañera en un año sabático, que desea olvidarse de los problemas de la universidad y de la familia, “en un principio puede ser prepotente o grosera, es juzgada por los otros personajes que le cuestionan su falta de modales, pero poco a poco te vas dando cuenta de por qué es así”.

Para Claudia, Silene representa a gran parte de las mujeres jóvenes de entre 20 y 30 años, con características que deben ser exageradas para la obra.“El personaje es una chava que trae tatuajes en todos lados, en el cuello, en la cara, brazos, es rebelde, utiliza groserías en su forma de actuar, yo veo esas actitudes en mujeres más jóvenes que a lo mejor asusta en primera instancia, pero después te das cuenta que es la era digital, que nacieron en ella, están en un ritmo muy acelerado que a lo mejor nos cuesta entender”, explica.

La obra presenta diversos escenarios a los que se enfrentan las mujeres respecto a sus relaciones de pareja, desde la que pertenece a la generación en la que el divorcio estaba prohibido, hasta aquella a la que la sociedad presiona para tener hijos, quien no encuentra pareja o quien no la desea. “Está muy bien pensada, es divertida de ver”, asegura Martín.

Para Claudia interactuar con actrices de mayor experiencia representa la oportunidad de ver cómo se han desarrollado otras carreras, “es aprender de ellas, tanto personalmente como profesionalmente, es muy divertido conocerlas detrás de la obra porque voy viendo cómo puede ser la vida de una actriz durante todos sus momentos de carrera, se tienen altas y bajas, ver cómo una actriz que tiene 50 años de trayectoria sigue yendo a todas las ciudades, pueblos de la República, para mí es muy interesante”.

TRAYECTORIA

Claudia es egresada de la licenciatura en Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III de Madrid e incursionó en el diseño de vestuario en Televisa, un área que dejó para dedicarse a la actuación. En 2017 tuvo su primer papel protagónico con la telenovela Enamorándome de Ramón. Antes había participado en Sueño de amor y Un camino hacia el destino, entre otros proyectos.

Ha estudiado danza “de cualquier tipo”, desde folclórico hasta ballet, hawaiano y tahitiano. “Siempre me gustó esto pero nunca pensé que me iba a dedicar a esto, por algo estudié comunicación audiovisual seguía todo lo que estaba detrás de cámaras, esos estudios me ayudaron porque al leer un guion para mí es muy fácil extraer la información, es más sencillo de interpretar el mundo”.

Además de hacer teatro y televisión, a Claudia le gustaría incursionar en las series de televisión, a las que observa como un espacio más libre para expresar nuevas ideas.

“México desafortunadamente está entrando tarde todo lo que es el mundo de las series y nos tenemos que acoplar. Hoy las series son una oportunidad porque una buena idea se puede llevar a cabo, hay mucha gente que quiere realizarlas, que quiere poner el dinero y eso es lo padre, hoy no tienes que pertenecer a una televisora, no tienes que esperar a ver cuándo te dan el papel, hoy puedes buscar a los inversionistas”, agregó.

LA BODA

Tras nueve meses de relación Claudia está ahora comprometida con su futuro esposo Andrés Tovar, quien le pidió matrimonio al concluir una presentación de Dios mío, ¡hazme viuda por favor! en Monterrey. “Estuvo muy bonita la sorpresa, decidimos dar este paso, vamos a hacer la boda en Santo Domingo, la idea es casarnos a finales del próximo año”, nos cuenta.

Ella sabía desde los primeros meses de relación que Andrés era el hombre con quien deseaba casarse. “Fue muy rápido todo, tú sabes cuando es la persona, desde los primeros meses lo sabíamos”.

Andrés y Claudia se conocieron en el casting de la telenovela Comandante bonita, una idea que será producida próximamente por Televisa.


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