Lactancia materna no hace niños más inteligentes

Se realizó un estudio en un contexto cultural donde el acceso a la lactancia materna no estuviera fuertemente normativizado para evitar el problema de sesgo

Cuando acudimos al médico nos dice que la lactancia materna es un factor para que nuestro bebé pueda desarrollarse mejor, además de que le brindará ventajas intelectuales.

En países en vías de desarrollo, la leche materna es clave para reducir la mortalidad infantil. Sin embargo, entre los factores intelectuales no se ha comprobado del todo, muchos niños pueden ser más inteligentes por haber sido criados en hogares con mayores recursos, que les proporcionarán ventajas educativas a sus hijos.

Por lo antes mencionado no se podría saber un resultado conciso. Así que una investigación de la UNED ha estudiado la correlación entre la lactancia materna y los resultados educativos en un contexto menos afectado por sesgos de selección.

Los autores recurrieron al Panel de Estudios de la Familia China para analizar los datos de más de 3 mil 200 niños, compartió Sinc.

Estudio desmiente sobre la lactancia materna
Dicho estudio se realizó en un contexto cultural donde el acceso a la lactancia materna no estuviera fuertemente normativizado con el fin de evitar el problema de sesgo. Por ello fue realizado en China que a diferencia de lo que suele ocurrir en occidente, la ventaja social y la lactancia materna no están asociados de forma unívoca.

Dicho estudio arrojó como resultado que no había diferencias significativas a medio plazo entre los niños que fueron amamantados y los que tomaron leche de fórmula. Esto fue comprobado en la materia de matemáticas como en lengua china que fueron las analizadas para el proceso.

“Resultados como estos deberían llevar a los profesionales de la medicina a matizar sus recomendaciones sobre alimentación infantil, tratando de eliminar el estigma que actualmente se asocia a la lactancia artificial”, apuntaron los autores del estudio.

Lo que influye es la crianza de los hijos
Agregando que los policy maker deben plantear la naturaleza de los permisos de maternidad y paternidad que, si es cierto que es la implicación en la crianza y no la leche materna lo que resulta beneficioso para los niños, padres y madres podrán disfrutar de los permisos en similares condiciones.

Sin duda el desarrollo e inteligencia de nuestros pequeños también influye más que en una alimentación, en el entorno en el que se desarrolla. Y el que las madres no puedan alimentar a sus hijos puede llevarlas a la culpa o ansiedad.

“Estas madres (y padres) deben saber que la evidencia más reciente y metodológica más rigurosa sugiere que son ellas y su implicación en la crianza, más que su leche, las que tienen impacto positivo y duradero en el bienestar de sus hijos”.