Los peligros de las leches de sabores
¿Piensas que son la opción más fácil de desayuno?
Las leches de sabores o leches saborizadas que muchos niños y personas en la oficina consumen como desayuno pueden ser la peor opción para la salud y nutrición, indican especialistas.
Al respecto, El Poder del Consumidor analizó 4 leches con sabor bajo un esquema elaborado por la Agencia de Estándares en Alimentos del Reino Unido.
Encontraron que la publicidad de estas bebidas que afirma lo saludable que son estas opciones es falsa, ya que en términos nutricionales no es recomendable para consumo habitual y se sugiere que sólo se consuman de forma esporádica.
Leches de sabores: los riesgos de consumirlas habitualmente
Los principales riesgos del consumo habitual de alguna de las diferentes marcas de leche de sabor, son:
1. Azúcar. Contienen alto contenido de azúcar. De hecho se les ha nombrado como “caramelos líquidos”.
Algunas opciones aportan 18.3 gramos de azúcar por envase que eqivale a 3.7 cucharadas de azúcar.
Esto representa del 92 y hasta el 122% de la azúcar que un niño puede consumir todo el día, indica también El Poder del Consumidor.
2. Sustitución. Algunos anuncios sugieren que la leche entera de vaca natural sea sustituida por alguna de estas opciones.
3. Sobrepeso y obesidad. Estas opciones modifican los hábitos de alimentación y contribuyen en el aumento de padecimientos como el sobrepeso y la obesidad.
4. Sodio. Estas bebidas también aportan sodio en gran cantidad (hasta 159 miligramos) que representaría cerca del 13.3% del sodio recomendado para un niño durante todo el día.
La recomendación de sodio es de 1200 mg.
5. Colorantes. Algunas versiones de leches saborizadas contienen color caramelo clase IV y carragenina, ambos colorantes son aditivos que pese a que han sido aprobados para su uso en la alimentación, estudios han demostrado sus efectos nocivos en la salud.
Entre estos efectos está la ulceración e inflamación intestinal.
Finalmente, se recomienda sustituir estas opciones por licuados con fruta natural elaborados en casa o leche endulzada con cacao, vainilla o canela.
Evita opciones industrializadas como esta. Se trata en realidad de postres que se pueden consumir esporádicamente y no de forma habitual.
