Consejos para controlar el asma
Los bronquios se inflaman y se vuelven sensibles ante la presencia de ácaros
Una de las enfermedades inflamatorias crónicas en las vías aéreas que es difícil controlar es el asma, la cual provoca recurrente tos, silbancias, disnea y aumenta del trabajo respiratorio, por ello controlar el asma puede resultar un poco difícil pero no imposible siempre y cuando se reciba el tratamiento y cuidados adecuados.
Existen diversos factores de riesgo como los ambientales que impiden controlar el asma, tales como el humo tabaco, la contaminación aérea automotriz, exposición a alérgenos como ácaros, insectos y hongos.
7 consejos para controlar el asma
Por su parte, la Dra. Aurora Garre, asesora médica de Cinfa que esta predisposición genética no tiene cura, controlar el asma es posible a través de estos consejos:
1 Evitar los alérgenos, como ácaros, hongos o pelo de animales.
2 Realizar ejercicios respiratorios continuamente.
3 Ejecitarse con precaución, haciendo calentamiento y estiramiento.
4 No fumar y alejarse de ambientes con humo.
5 Llevar siempre los medicamentos habituales para evitar crisis.
6 Tener un seguimiento del tratamiento.
7 Utilizar de forma adecuada el inhalador.
Es importante no automedicarse e informar al médico sobre nuevas preinscripciones que otros especialistas puedan indicar.
IMSS invita mantener los cuidados necesarios para controlar el asma
El asma es una enfermedad incurable, pero si recibe el tratamiento óptimo puede controlarse, así lo afirmó Óscar Castro Guevara, director de la Unidad de Medicina Familiar 38 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Sonora.
“Los bronquios se inflaman y los pacientes son muy sensibles a determinados agentes ambientales desencadenantes como los ácaros, polvo, polen, pelo de mascotas, virus respiratorios y humo de tabaco”, destacó.
La salud, la práctica de ejercicio físico, medicamentos y algunas sustancias químicas, pueden incidir en la aparición de esta enfermedad; aunque los síntomas son muy variables, pueden presentarse con tos, presión de pecho, falta de aire, respiración y angustia.
