Vida y muerte, el petate en la cultura zapoteca
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Vida y muerte, el petate en la cultura zapoteca

Los usos ceremoniales y cotidianos del petate cobran vida en la exposición El ritual de los sueños, de Porfirio y la familia Gutiérrez


Vida y muerte, el petate en la cultura zapoteca | El Imparcial de Oaxaca
Porfirio Gutiérrez, artista oaxaqueño.

Desde su nacimiento y hasta los 18 años, Porfirio Gutiérrez durmió en un petate y se cubrió del frío con una cobija tejida por su padre. Aquel ritual de los sueños se repitió cada día, hasta que el joven emigró a Estados Unidos.

En la cultura zapoteca de Teotitlán del Valle, la vida y la muerte están muy ligadas al petate, pues en él surge, transcurre y termina el ciclo, pero también se da paso a la reencarnación. De ahí que hace varios años se envolviera a los difuntos en un petate, antes de llevarlos a la tumba.

Antonio Recamier, encargado de la museografía.

“Es todo un ritual, una repetición que pasa todas las noches y realmente es donde ocurren los sueños”, cuenta Porfirio Gutiérrez sobre la rutina diaria que se convirtió en una especie de ceremonia que ahora honra con una serie de tapetes.

El ritual de los sueños es la exposición que Porfirio y la familia Gutiérrez de Teotitlán comparten desde el fin de semana en el Museo Textil de Oaxaca.

Estas piezas reconocen los usos diarios y rituales del petate, en donde no sólo transcurren los sueños de cada noche, también la bendición de los familiares a los novios luego de la misa o el cardado de hilos.

Porfirio, quien se considera una mente creativa y prefiere evitar los términos de artesano o artista, dice que la vida le permitió ver más allá de lo que normalmente se hace en Teotitlán, comunidad reconocida por sus tapetes de lana y el teñido de éstos con tintes naturales. No obstante, la lejanía le hizo reconocer la identidad y cultura de la que es parte, para apreciar esa riqueza.

“Para mí no sería correcto quedarme en un solo lugar o no pensar más allá”, expresa quien lleva su vida entre México y Estados Unidos, pero también comparte sus saberes por medio de talleres.

La familia Gutiérrez sigue honrando las técnicas tradicionales y reviviendo los usos del tinte natural en Teotitlán, pero también enfatiza los materiales ancestrales, cuenta Porfirio, quien junto a su familia fue reconocido en 2016 por el Instituto Smithsonian, de Estados Unidos.

Antonio Recamier, encargado de la museografía de El ritual de los sueños recuerda que la exposición fue mostrada hace un año en Teotitlán, cuando el Instituto Smithsonian reconoció a la familia Gutiérrez.
Que la gente viera a estos tapetes desde ángulos y categoría nuevas, para resaltarlos entre otras piezas de la tradición textil de Teotitlán, fue uno de los objetivos del diseñador en esta serie.

La muestra estará hasta los primeros días de enero.

VIDA Y MUERTE, TRADICIÓN E INNOVACIÓN

Así como la vida y la muerte se relacionan por medio del petate, lo mismo ocurre con la tradición y la innovación, conceptos que Recamier observa en varias comunidades, no sólo Teotitlán.

“La gente que ve que el conservar las técnicas tradicionales y el tipo de productos que se está haciendo, es la manera de preservarlas”, explica. Sin embargo, opta por llevar la contraria a esta idea, pues los tiempos, consumidores y sociedades cambian constantemente.

“Creo que la manera que las técnicas artesanales o antiguas trasciendan es que vayan evolucionando; tal vez que haya ajustes en el uso de materiales y conservación del medio ambiente, que las técnicas artesanales practican eso, pero en términos de los tipos de productos es necesaria una revaloración y reinterpretación contemporánea”.

Como diseñador, se dice especialmente atraído por la labor de Porfirio y su familia, pues las técnicas son las mismas, pero los conceptos que se tejen son otros y retoman íconos, valores e imágenes. Todo ello, reinterpretado para un mercado actual que permitirá la subsistencia de las técnicas.

Innovar o preservar las tradiciones es algo actual, pero independientemente de si alguien está a favor o no de innovar, es responsabilidad de todo creador conocer las tendencias, considera Recamier.
Cómo innovar y mostrar algo distinto, basados en el mercado, pero también que tenga que ver con algo propio, las raíces y tradiciones es la propuesta del diseñador. “No podemos pelearnos con eso que existe, que maneja el mundo, lo que hay que hacer es estudiarlo bien y luego tratar de trabajar alrededor de eso”; aprovechar la vuelta a las raíces, añade el diseñador.

Si bien, la idea de Porfirio y la familia Gutiérrez no era innovar, es algo que se fue dando, pues en ello conviven lo tradicional con la innovación, al honrar el pasado y vivir acorde con el presente. Y es que, detalla, él vive en Estados Unidos, donde habla inglés, pero cuando está en su tierra se expresa en zapoteco o español.

La exposición El ritual de los sueños estará abierta al público hasta los primeros días de enero, en el Museo Textil de Oaxaca. Sin embargo, se pretende llevarla a otros recintos y así se conozca el trabajo de la familia Gutiérrez, “pero sobre todo esta colección que es realmente especial y caracteriza a la familia Gutiérrez no nada más como conservadora de la técnica, sino innovadora para rescatarla y trascenderla a un nuevo nivel”.