Historia del Jarabe de la Botella de Teococuilco de Marcos Pérez
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Historia del Jarabe de la Botella de Teococuilco de Marcos Pérez

Muchas son las comunidades que han protagonizado las fiestas de los “Lunes del Cerro” o de la Guelaguetza, entre ellas Teococuilco de Marcos Pérez, pintoresco pueblito enclavado en la región Sierra Norte o Sierra Juárez.


Historia del Jarabe de la Botella de  Teococuilco de Marcos Pérez | El Imparcial de Oaxaca
Banda de música “Lira Serrana” tradicional intérprete del Jarabe de la botella.

Para subsanar el dolor de los oaxaqueños que resultaron afectados por los sismos de 1928 y 1931. En el año de 1932 se celebró una serie de actividades llamado Homenaje Racial en el que participaron delegaciones de las entonces siete regiones de la entidad y del que 20 años después se desprendió la forma actual de la celebración de la Guelaguetza.

La Guelaguetza es la fiesta más importante que nos une como oaxaqueños, porque bailamos para propios y extraños con el corazón en la mano y no sólo eso sino que en ese magno espectáculo se presentan eventos culturales, artísticos, gastronómicos , artesanales y otros. Quienes participan son seleccionados previamente ya que es una alta responsabilidad actuar frente a un público tan exigente conformado por ilustres visitantes a nivel estatal, nacional e internacional.

Muchas son las comunidades que han protagonizado las fiestas de los “Lunes del Cerro” o de la Guelaguetza, entre ellas Teococuilco de Marcos Pérez, pintoresco pueblito enclavado en la región Sierra Norte o Sierra Juárez.

Primera presentación del Jarabe de la Botella por integrantes de la Asociación Civil de Teococuilquenses 2002.

HISTORIA DEL JARABE LA BOTELLA

Entre los años 1545 y 1550 llegó a San Pedro Teococuilco, ahora Teococuilco de Marcos Pérez, un fraile dominico que trajo de su paso por la región del bajío de nuestro país, una melodía que enseñó a los naturales, con ritmo y letra muy diferentes a la actual, que hablaba de la botella y dedicada a los compadres y por ello anteriormente se llamaba “Baile de los compadres”.

Desde esa época se inició la costumbre en el poblado, de cantar y bailar en las fiestas religiosas, ejecutada con instrumentos musicales que se usaban como: violín, tambor, flauta de carrizo, sonajas, jarros y troncos; especialmente en las bodas, bautizos, bendiciones de casas y mayordomías, con las consiguientes modificaciones que con el tiempo fue sufriendo; tanto la letra como la melodía, los versos, el vestuario y la escenografía. Así —por ejemplo— se han podido recuperar recurriendo a varias fuentes, los que podrían considerarse versos originales, entonados desde el siglo XIX y hasta principios del siglo XX.

Ándele comadre, abraza a tu ahijado/ por las bendiciones/ que Dios hoy le ha dado.
Hagamos pedimento, en torno a San Pedro/ para que nos llueva/ y haya más sustento.
Compadre, comadre, a esta casa entremos/ donde al Padre eterno/ siempre alabaremos.

Ya casi se estaba perdiendo la costumbre, cuando en 1945, Pedro Ramírez Ruiz, el 25 de abril, al conmemorar el natalicio del Lic. Marcos Pérez, lo presentó casi en su forma original, como número especial y así continuó bailándose, sólo en fechas significativas para la comunidad.

El Jarabe de la botella en el Cerro del Fortín. Primer lugar en autenticidad 1960.

En 1958 nuevamente Pedro Ramírez Ruiz director de la Banda de música “Lira Serrana” y el profesor Héctor Santillán Pérez, director de la Escuela Primaria de la población compusieron la música y la letra actual, tomando como base, parte de las melodías y ritmos de los versos originales, adaptándole la escenografía, con vestuario usado en el lugar, en la época de la revolución y para las entradas y salidas a escenario se incorporó el “Mosquito serrano”, también conocido como “Himno serrano” de la autoría del profesor Manuel Pérez Serrano, originario de Ixtlán de Juárez.

Héctor Santillán Pérez al contar con el apoyo amplio y decidido del profesor Juan Ramírez Martínez quien fue por muchos años director del Internado de Primera Enseñanza Gral. Ignacio Mejía gestionó ante la Asociación Folclórica Oaxaqueña, A.C. la presentación por primera vez en los “Lunes del Cerro” la Delegación de Teococuilco de Marcos Pérez. Ese mismo año se grabó por primera vez el álbum de edición especial un disco con la Guelaguetza interpretada por la Banda de música del Gobierno del Estado, bajo la dirección del Maestro Diego Innes y en cuya portada aparecía la ejecución del Jarabe de la Botella.

En 1960 la Asociación Folclórica Oaxaqueña otorgó un trofeo al primer lugar, por la autenticidad de la indumentaria de sus tipos e interpretación, a la Delegación de Teococuilco de Marcos Pérez, así como por su magistral interpretación del Jarabe de La botella. El jurado calificador estuvo integrado por las siguientes distinguidas personalidades: Lic. Pedro Martínez Villanueva, Alfredo Feria, Arcelia Yáñiz, María Luisa Bustamante y María Luisa Mata de Marín.

Cabe hacer mención, que durante varios años, el internado Ignacio Mejía que se ubicaba a un costado de la iglesia de Guadalupe frente al paseo Juárez, otorgó alimentación y hospedaje gratuitamente a la Delegación de Teococuilco, pues en esa institución Héctor Santillán Pérez cursó algunos grados de educación primaria.

Así se siguió presentando hasta 1980 en el llamado Auditorio Guelaguetza ubicado en el Cerro del Fortín.

El 20 de julio del año 2000 se fundó la Asociación Civil de Teococuilquences presidida por el Sr. Teodoro López García y promovida por un grupo de paisanos, encabezados por las familias López García y García Matías, en la ciudad de Oaxaca. En la cena baile del Primer Aniversario, como la mayoría de los socios habían participado como bailadores en la Guelaguetza en algún año, se presentó como numero principal “El jarabe de la botella” con gran gusto y alegría por el reencuentro de paisanos que se conocieron varios años atrás.

Esta organización se ha encargado de promover y presentar en distintos lugares y fechas, esta herencia cultural que ha trascendido las fronteras estatales y nacionales y le ha dado renombre a Teococuilco de Marcos Pérez.

En el rostro del maestro Héctor Santillán Pérez se refleja la satisfacción del deber cumplido como educador. Hoy 4 de octubre al celebrar su onomástico 82 estará acompañado de sus familiares, discípulos y amigos, por su trascendental labor pedagógica deseamos que el Supremo Hacedor del Universo lo conserve por muchos años más ¡Qué así sea!

Pedro Ramírez Ruíz y Héctor Santillán Pérez incansables promotores del Jarabe de la botella.