Reconoce INAH impacto de turismo al patrimonio de Oaxaca
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Reconoce INAH impacto de turismo al patrimonio de Oaxaca

A 32 años de la declaratoria del Centro Histórico de Oaxaca de Juárez como patrimonio mundial, señalan la necesidad de actualizar plan parcial de conservación


Reconoce INAH impacto de turismo al patrimonio de Oaxaca | El Imparcial de Oaxaca

La declaratoria del Centro Histórico de Oaxaca de Juárez como patrimonio mundial (por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO) se ha convertido “en un eje de promoción turística” de la urbe. Para el arquitecto Raúl Pacheco, coordinador del área de Monumentos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el reconocimiento dado el 11 de diciembre de 1987 ha influido en la ciudad que “ya de por sí ha sido turísticamente seguida y buscada”.

Aunque desde marzo de 1976 cuenta con una declaratoria de zona de monumentos históricos, Pacheco señala que a legislaciones como esta de índole federal han seguido otras más enfocadas en la conservación de la ciudad. Sin embargo, explica que en este último aspecto es necesario actualizar el Plan de Conservación Parcial del Centro Histórico de Oaxaca de Juárez.

Lo anterior debido al contexto actual, en el que reconoce el impacto del turismo en el patrimonio, que se ha visto reflejado en urbes de distintas partes del país, como San Miguel de Allende, Guanajuato.

“El turismo también ha venido a transformar los usos de suelo en urbes como San Miguel de Allende, Guanajuato, donde se empiezan a transformar los usos de suelo. Y es ahí donde hemos platicado y seguimos platicando con el municipio (de Oaxaca de Juárez) para llevar un orden, y las autoridades han sido receptivas”, explica.

Basado en eso, Pacheco externa que es necesario actualizar los planes de conservación del Centro Histórico, pues “no se han tocado desde el año 1998. Llevamos 20 años que no se han podido actualizar y que se debe de hacer”.

La finalidad de estas adecuaciones es que se regulen las actividades sociales y turísticas para que no impacten tanto o, de preferencia, no impacten en la conservación del Centro Histórico.

Las regulaciones atenderían temas como las protestas sociales, las pintas en muros, el ambulantaje y las expresiones culturales y turísticas. Ejemplo de estas, ahonda, son las calendas o la saturación de espacios que fueron creados para albergar a determinado número de personas y que por el turismo han acogido a más al querer aprovechar hasta el último rincón de un inmueble.

Y es que en ocasiones no hay autorizaciones para la realización de tales actividades, simplemente se hacen, expone Pacheco.
Junto al impacto turístico, el funcionario detalla otro de los alcances del reglamento del plan parcial de conservación, en el que se privilegiaba el uso habitacional de los inmuebles, pero que ha cambiado en los últimos años. “Se ha pretendido que la ciudad no sea únicamente comercial, pero llega un momento (por los cambios en usos) en que se cierra y se convierte en calles solitarias que dan paso a la inseguridad”.

LA CONSERVACIÓN EN LAS INTERVENCIONES

Si bien, señala que como instituto el alcance es meramente normativo y corresponde al ayuntamiento de la ciudad aplicar el reglamento o las sanciones que deriven de malas prácticas, en donde pueden incidir como instituto es en que las intervenciones a los inmuebles se lleven a cabo de la manera más adecuada.

“Pero también incidimos y tenemos reuniones con autoridades para buscar que el uso del suelo sea más amable o amigable con una ciudad viva, dinámica, a la que no podemos hacerla como un museo. Hoy día, los centros urbanos tienen crecimiento y está marcado en la legislación protegerlos”.

En este sentido, el funcionario pide mayor regulación, pues en ocasiones se desarrollan obras de remodelación, restauración y otras que no cumplen con el reglamento. A veces, por responsabilidad del propietario del inmueble o que derivan de malas asesorías por parte de quienes se ostentan como profesionales, pero desconocen o hacen caso omiso a las regulaciones.