“Hay que desmantelar los privilegios”: Rebecca Solnit
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“Hay que desmantelar los privilegios”: Rebecca Solnit

La autora de “Los hombres me explican cosas” se considera en una posición de privilegio, al ser una mujer, blanca, pero también piensa en que hay que aprovechar ese estatus para buscar la igualdad de otras personas


“Hay que desmantelar los privilegios”: Rebecca Solnit | El Imparcial de Oaxaca

De sus 25 libros, la escritora californiana de 58 años, Rebecca Solnit (Estados Unidos, 1961) cree que el que más se ha vendido es Los hombres me explican cosas (2014). No es necesariamente un bestseller, aclara. La autora explica que esto último se refiere a una especie de golpe exitoso en las ventas de una obra. En cambio, el suyo es uno que se ha vendido bien con el paso de tiempo.

Como esto, Solnit ha señalado en otras ocasiones que no inventó el término mansplaining, usado para referirse a hombres que de manera paternalista les explican cosas a las mujeres (suponiendo que ellos saben más que sus interlocutoras, incluso cuando ellas conocen mejor el tema).

Lo que comenzó como un ensayo tras una cena en Aspen, en donde la misma Solnit se vio en el rol de la mujer a la que el anfitrión le explicaba el libro escrito por ella (e ignorando los comentarios de una amiga sobre que era Rebecca la autora) se convirtió en un libro. El compendio de textos en los que los hombres le explican cosas a Solnit sigue teniendo eco entre distintas generaciones de mujeres, quienes después han acuñado el término de mansplaining.

La escritora estadounidense reiteró que el término mansplaining, no lo creó ella.

La autora de obras como Wanderlusty Themother of allquestionshabla sobre su trabajo vinculado con las luchas feministas y de aquel que hasta hace le hizo preguntarse si “¿tenemos todavía los americanos (estadounidenses) un gobierno?”

Hablando de feminismos, y tomando en cuenta que hay mujeres de distintos contextos y países, ¿se ha sentido privilegiada?
He aprendido que soy blanca y que, por supuesto, ser blanca es algo que me ha dado privilegios. Pero al sentirse privilegiada, uno debe de buscar, de alguna forma, desmantelar esos privilegios y ayudar a impulsar la igualdad.

El término feminismo surge de un contexto quizá lejano con Oaxaca o las comunidades originarias. Cuando se carece de una manera de nombrar una problemática, ¿qué importancia tiene hablar sobre ello?

No estoy tan familiarizada con la situación de Oaxaca, pero sé que los zapatistas consideran el concepto de feminismo como una forma de revolución o de transformación, en donde las mujeres están liderando. Toda identidad es contextual.

En Los hombres me explican cosas, se refiere al caso de Anita Hill, aludiendo el síndrome de Cassandra, pues no le creen por ser mujer, afroamericana y víctima. Ella proviene de un contexto distinto al suyo, ¿cómo podrían usted y su discurso conectar con las vivencias de otras mujeres de contextos distintos al suyo?

Trato de utilizar no solamente mi propia experiencia, sino las de otras para poder crear historias propias. En el libro hay dos capítulos, uno sobre un refugiado negro y cómo ayuda a derrocar a un político francés. En otro, se habla de un personaje mexicano. El caso de la abogada Anita Hill es importante porque es alguien que perdió su caso (de denuncia por acoso contra un ministro estadounidense), pero logró llamar la atención sobre el acoso sexual.

Solnit es invitada de la Feria Internacional del Libro de Oaxaca, programa que en su edición 39 se ha propuesto generar una mayor participación de autoras y para ello pedido el apoyo de un comité conformado por escritoras mexicanas. A propósito de esta participación, a la autora le han preguntado si acaso las mujeres tienen voz en la literatura. Rebecca responde que ha habido muchas voces, pero que se han perdido otras tantas debido a los contextos y condiciones de sus épocas, que les impedían tener los mismos derechos que los hombres.

Además de abordar problemáticas que afectan a las mujeres y sus derechos, usted ha criticado los gobiernos de Jair Bolsonaro (Brasil) y Donald Trump (EE UU), ¿cuál es su postura frente a este tipo de gobernantes, en específico Trump?

¿Sabes? Yo traté de evitar que Donald Trump fuera elegido presidente porque sabía que su llegada representaría un gran problema y retroceso porque se convertiría en alguien extremadamente destructivo. Y ahora que está en el poder he tratado de concientizar sobre lo que está pasando. Pero también pienso que lo que representa Trump es el último bastión de los cristianos blancos norteamericanos. Ellos están tratando de luchar y sobrevivir porque saben que no sobrevivirán mucho tiempo. Finalmente, otras voces están siendo escuchadas, como las voces de los afroamericanos, de los judíos, pero en el proceso está tratando de destruir tanto como sea posible.

¿En qué momento el feminismo o los feminismos se vuelven presa de la mercadotecnia, de marcas o personajes que lo puedan tomar como estrategia? Hace unos días, la FILO fue criticada por un grupo de mujeres.

El capitalismo está interesado en modificar todo. A veces vacía los mensajes y los transforma en marcas. Pero pienso que el feminismo es mucho más poderoso que el capitalismo. En el capitalismo, donde se trata de moda, consumo y comodidad, incluso las mujeres son vistas como bienes de consumo.


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