Oaxaca se sirve para el paladar extranjero
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Arte y Cultura

Oaxaca se sirve para el paladar extranjero

Tras 10 años, el festival “El saber del sabor” cambia su nombre a “Oaxaca flavors”, que en su primera edición busca atraer a turistas de mayor poder adquisitivo


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¿Cómo hacer que la gastronomía de Oaxaca atraiga a los paladares extranjeros? Una receta propone tomar como base las 10 ediciones del festival “El saber del sabor” y agregarle al menos 4.5 millones de pesos de inversión gubernamental.
Posteriormente, añadirle recorridos por 20 galerías de arte, el sazón de 50 cocineras tradicionales y chefs, algunos puestos de productos “gourmet” y un concurso. Todo eso se ha de mezclar bien y servir con un nuevo nombre: Oaxaca flavors.

Esa es la propuesta de un grupo de empresarios, chefs y promotores de arte del estado de Oaxaca, quienes presentan el nuevo nombre y concepto de El saber del sabor, de ahora en adelante Oaxaca flavors. A realizarse del 27 al 29 de septiembre en la ciudad de Oaxaca, el nuevo programa busca redefinir e impulsar la cocina oaxaqueña para atraer a turistas gastronómicos con mayor poder adquisitivo.

TESORO A NIVEL MUNDIAL

“La cocina oaxaqueña es un tesoro al nivel mundial”, pero es necesario ir “al siguiente nivel” y que se conozca más, explica Manuel Rivera, presidente de Oaxaca flavors. Rivera es quien toma las riendas del festival culinario “El saber del sabor”, creado hace poco más de una década por Graciela Cervantes y María Saldaña (de la galería de arte Quetzalli), y el chef Alejandro Ruiz, del restaurante Casa Oaxaca.

Con un nombre en inglés, el festival “se posiciona mucho más en el subconsciente de la gente y de esa manera llegamos más al mundo”, refiere el chef Alejandro Ruiz, quien destaca a la cocina tradicional de Oaxaca como una que se compara con destinos gastronómicos como San Sebastián (España), Tokio (Japón) y Nueva York (Estados Unidos).

Entre sus objetivos, Oaxaca flavors pretende atraer al turista gastronómico, aquel que de acuerdo con Manuel Rivera gasta en promedio 42 por ciento más que cualquier otro. Para ello se ha generado un programa de tres días, a realizarse en varios restaurantes, mercados y galerías de la capital oaxaqueña, así como el Centro Cultural y de Convenciones de Oaxaca.

“Esta es la creación de una plataforma que fomente económicamente todo el ecosistema culinario y artístico de Oaxaca”, explica Rivera sobre el festival que intenta ir más allá de ser una “experiencia fascinante” para los 3 mil 900 asistentes que se espera captar. Una de sus apuestas es “crear un beneficio económico para todos los eslabones de la cadena” y para el que cada año sumarán a diversos elementos; en este primero, de relanzamiento, serán los estudiantes.

EVOLUCIONAR SIN PERDER LA IDENTIDAD

Si bien, El saber del sabor cambia de nombre y dirección, su directiva tiene detrás un consejo de 20 personas, entre chefs, cocineras tradicionales, mezcaleros y autoridades municipales y estatales.

“Nosotros hicimos (El saber del sabor) con mucho cariño, con mucho corazón, lo que estaba dentro de nuestras posibilidades para crear este festival, pero ya no tenemos el tiempo, ya no tenemos las posibilidades ni los contactos ni las relaciones, pero sí la visión de compartirlo con gente profesional en el tema”, expone Alejandro Ruiz sobre el paso de la estafeta al grupo empresarial Bialy.

Con la nueva dirección y visión, señala que es “la única manera de que este festival se reinvente y pueda mantenerse vivo”, y que llegue a otros estratos, sin que se deje fuera a los públicos local y nacional.

Para su primera edición, Oaxaca flavors tendrá inversiones varias, entre ellas las gubernamentales: por parte del ayuntamiento de Oaxaca de Juárez será 1 millón de pesos, en tanto, de la Secretaría de Turismo (Sectur), 3 millones y medio.

Lo que se pretende con la inversión municipal es consolidar a la capital del estado como referente turístico y gastronómico a nivel mundial, ir “por ese turismo selecto”, con un poder adquisitivo enorme, explica el presidente de la capital oaxaqueña, Oswaldo García Jarquín.

El festival será en un mes que en la industria turística es conocido como “septihambre”, “porque es la temporada vacacional más baja de todo el año”, señala Juan Carlos Rivera Castellanos, secretario de Turismo en el estado.