Pablo Ortiz Monasterio, tutor del Programa de Fotografía Documental del CaSa

Pablo Ortiz Monasterio, uno de los tutores del Programa de Fotografía Documental, consideró que este proyecto educativo da a los alumnos opciones para que sus trabajos puedan crecer y desarrollarse.

“Los alumnos tienen sesiones con distintas miradas. Somos varios tutores, este programa es un esfuerzo grande, toma mucho tiempo y es muy interesante, porque nosotros los tutores también nos cuestionamos, aprendemos, nos implicamos y con eso se crece”, expresó quien también se ha desarrollado en la edición de libros.

SOBRE EL PROGRAMA

El Programa de Fotografía Documental es un proyecto del Centro de las Artes de San Agustín (CaSa), donde también se cuenta con el apoyo de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO).

Ortiz Monasterio trabaja con los alumnos provenientes de distintas partes del país y del mundo, este programa empezó con las clases impartidas por Antoine D’Agata, y en unos días el grupo trabajará con Yael Martínez, fotógrafo que obtuvo el segundo lugar en el World Press Photo, en la categoría de Proyectos de largo aliento.

Quien estudió fotografía en el London College of Printing comentó que le interesó participar en este proyecto porque se trataba de que los alumnos trabajaran en sesiones largas, separadas en el tiempo.

CAPITALIZAR EL APRENDIZAJE

“La verdad se puede capitalizar mucho más el aprendizaje, lograr que sus proyectos se revolucionen. Es gente seria la que está trabajando. Hay unos que tienen más oficio que otros, pero se jalan unos a otros”, detalló Ortiz Monasterio.

Agregó que los alumnos van a tener la oportunidad de trabajar con varios maestros, “todos somos gente que tiene una carrera larga, que hemos sido fieles, que tenemos publicaciones, somos un grupo de gente con experiencia”.

“Es enriquecedor ver, en el fondo, cómo ven el medio, la fotografía, cómo lo entienden, para qué sirve, cómo se puede usar, de qué manera, ellos van a tener la visión de gente muy interesante, porque Antoine es ligas mayores y al mismo tiempo es un tipo tan cercano, que logra intimar, que hace la experiencia muy interesante, dichosos los alumnos que van a trabajar con todos”.

BUENOS ALUMNOS

El fotógrafo platicó que después de ver los proyectos se queda con la impresión que algunos de los alumnos son gente muy formada, que tienen claro el proyecto que están desarrollando, que tienen herramientas visuales y conceptuales para desarrollarlo de forma interesante.

“Algunos son dueños de un estilo propio, se ve cómo les gusta mirar el mundo, me quedo gratamente impresionado”, subrayó.

EXPRESIONES

Ortiz Monasterio dijo que aunque el nombre es, Programa de Fotografía Documental, no todos los alumnos son tan documentales, “pero todos están hablando de qué sienten, qué piensan, más que fotografía documental es fotografía de expresión”.

“Sí hay proyectos documentales y hay otros donde se ve una búsqueda, un tema, una óptica muy personal usando la fotografía, pero me sorprendió que están más en un tono, no estrictamente periodístico, sino más como de expresión personal”, señaló el entrevistado.