Añoranza, vida y tragedia convergen en El Coyul
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Arte y Cultura

Añoranza, vida y tragedia convergen en El Coyul

Esmeralda Aragón y Tavo Lastra, autora y director de la obra de teatro El Coyul.


Añoranza, vida y tragedia  convergen en El Coyul | El Imparcial de Oaxaca

El Coyul, San Pedro Huamelula es una comunidad de “hombres y mujeres que se dedican a la pesca, que van a traer la sal, que viven del campo y del ganado”. Pero como en muchos pueblos del estado, hay quienes migran y no quieren volver al lugar en el que nacieron, pues no hay lo que se apegue a la vida citadina que buscan, aquella que “se nos empieza a implementar” y hace “alejarnos de lo que somos, de nuestro origen, de nuestra raíz, de nuestra madre que nos llama y no jala”. Esmeralda Aragón lo sabe, como también es consciente de que existe una fuerza que hace volver a “ese ombligo necio” de los coyuleños que quieren superarse y ser mejores cada día.

Basada en esa añoranza de su pueblo y de la vida cotidiana que pareciera ser la de otras tantas comunidades, Aragón llevó al teatro siete escenas para recrear a su tierra natal. El Coyul es el nombre de la pieza en que ella y Tavo Lastra, ambos del grupo “Pelo de gato, un ojo al teatro y otro al garabato”, comparten la vida cotidiana y las tragedias de este pueblo del Istmo.

La pieza ganadora en 2018 de la convocatoria estatal de Producción de Teatro, sigue su camino por otros foros, luego de la gira realizada en octubre pasado en el Istmo de Tehuantepec, y de su presentación en Santa María Huatulco en enero. Este fin de semana, se presenta en el foro escénico La Locomotora, en Santa Lucía del Camino.

Aunque con algunas modificaciones, esta propuesta mantiene, a manera de monólogo y teatro con títeres, una trama que habla de un domingo de beisbol, del día de tianguis y de las tragedias ocurridas (como el Huracán Paulina o la desaparición de una joven). Asimismo, de la migración y cómo la modernidad ha afectado a la identidad de la comunidad.

“Trato de rescatar cómo de repente la vida pasa desapercibida en El Coyul, desde la vida de un árbol o de un ave que se extingue, desde la vida misma de un ser humano que se acaba”, cuenta la autora de la pieza que dirige Tavo Lastra y para la que en este sábado se suman Italivi Elorza (con los títeres y el canto) y Aldo y Sandro Bustamante. Son ellos quienes se desenvuelven en una obra con música original (hecha por el grupo Abraham y Los Chavos y que cuenta con letra de Esmeralda Aragón).

El Coyul es una pieza de la compañía, que se basa en el ejercicio de escritura de Aragón, oriunda de la comunidad. Sus raíces están en una página de Facebook (El Coyul Huamelula), abierta por Aragón como opción para plasmar relatos, cuentos cortos e historias varias. “La gente de la comunidad se empezó a interesar, pero fue creciendo e involucró a la zona chontal”, recuerda Esme, quien a ello tuvo que sumar la respuesta de paisanos en otras comunidades o el extranjero.

La obra de teatro se pensó como comunitaria, pero ha sufrido algunas modificaciones con el fin de presentarse en otras latitudes, refiere el director, quien como en otras de las puestas en escena de la compañía sabe que “el teatro es muy maleable y siempre puede adaptarse a cualquier medio”.

“Ahora, en vez de llamarlo teatro comunitario, que es el que se hace en la comunidad y con gente de la comunidad y para ella, explica Esmeralda, “creo que más bien ha estado tomando un tono de teatro documental, en el que se está llevando qué es la comunidad a muchos puntos”.

Este sábado 23 de febrero, se presenta en La Locomotora, a las 19 horas. Para marzo, la compañía alista nuevas funciones, pero en el extranjero.