El Museo de las Culturas de Oaxaca se renueva
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Arte y Cultura

El Museo de las Culturas de Oaxaca se renueva

Con la remodelación de la sala de los tesoros de Monte Albán el recinto prevé más cambios para actualizar sus espacios y mejorar la experiencia de visitantes


Este año, luego de celebrarse en 2018 los 20 de su reinauguración y actual nombre, el Museo de las Culturas de Oaxaca inicia una serie de cambios. Aunque han comenzado en meses pasados, las restauraciones y adecuaciones cobran fuerza con la remodelación de la que es objeto la sala 3. Esta, una de las 14 de tipo permanente del recinto antecedido por el Museo Oaxaqueño (creado en 1831), está cerrada desde el 7 de enero. La razón, una intervención que el director del museo, José Luis Noria Sánchez, califica como “un cambio radical”. Se trata de uno que a su vez “va a obligar a revisar el discurso museográfico de las demás salas, para darles actualización”.

Esta es una de las actividades más importantes para 2019 en el espacio reinaugurado en 1998 (que antes fue también conocido como Museo Regional de Arqueología e Historia de Oaxaca, a partir de 1933, y Museo Regional de Oaxaca, desde 1972).Sin embargo, es precedida por la restauración, en 2018, de las cubiertas de las salas 10 y 8. Asimismo, por la magna restauración y conservación del conjunto conventual de Santo Domingo de Guzmán, donde opera desde 1972 (acreedor al Premio Internacional Reina Sofía).

El museo y el complejo que lo alberga tendrán más adecuaciones a lo largo del año y en un futuro; estas, explica el funcionario, se harán en coordinación con diversas dependencias e instituciones que se encuentran en el sitio. “Este exconvento dominico no era precisamente museo”, recuerda Noria Sánchez sobre el sitio que alberga al museo y a otras instituciones como el Jardín Etnobotánico, el Templo de Santo Domingo, la Hemeroteca Pública Néstor Sánchez, la Biblioteca Francisco de Burgoa y al Centro Cultural Santo Domingo. Por ello, los trabajos de remodelación del museo apuntan a “una adaptación interesante” del guion museográfico que se instituyera en 1998 para mostrar al público las piezas de una historia que abarca los últimos 10 mil años.

En el caso de las restauraciones de las cubiertas, estas se efectuarán paulatinamente y precisarán de la coordinación de todos los recintos que conviven en el exconvento del siglo XVI.

“Sabemos que son sitios icónicos; todo el turismo que llega a Oaxaca prácticamente viene a visitar Monte Albán y Santo Domingo, aparte del resto de museos tan importantes que caracteriza a la ciudad”, detalla Noria.

LA SALA 3, EL FOCO DE ATENCIÓN

Luego de la ausencia de algunas de sus piezas, por el préstamo hecho durante 2017 y 2018 para la exposición Ñuu Dzahui (Señores de la lluvia), que se montó en la Ciudad de México, se decidió remodelar la sala que hasta hace unos días albergaba algunas piezas de la tumba 7 de Monte Albán. “En coordinación con la dirección general del instituto (INAH) y con la coordinación nacional de museos y exposiciones, se acordó que se podía aprovechar para dar paso a una remodelación, necesaria en términos de una curaduría museográfica que destacara de una forma distinta la presencia de las joyas de la tumba 7, pues faltaba un poco de contexto arqueológico”, detalla el director sobre las obras que aún no tienen fecha de término.

Una de las razones que motivó el cambio se relaciona con dotar de una mejor experiencia a quienes visitan el museo y esta sala. Además de apreciar las joyas y los diferentes materiales que las conforman, y la maestría de los artesanos mixtecos, conozcan el contexto en que fueron localizadas.

La remodelación se aprovechará también para “incorporar noticias de nuevos hallazgos que han llevado a cabo los investigadores del Centro INAH Oaxaca “y “darle sentido a la misión del museo como una institución viva que tiene que dar noticias, que tiene que promover y difundir los aspectos de las colecciones que tenemos en las 27 salas”, añade el funcionario al respecto de las 14 salas permanentes y 13 de menor tamaño (interactivas) ubicadas entre la 5 y la 7.

A la par de la nueva museografía, se incrementarán las piezas de exhibición. De las poco más de 360 que estaban a la vista, se podrán conocer cerca de 500, incluido el cráneo decorado con mosaico de turquesa. “Va a ser una pieza destacada a la que vamos a incorporar elementos informativos”, adelanta José Luis.

Considerado uno de los mayores descubrimientos en la arqueología y en la trayectoria de su autor, los tesoros de la Tumba 7 seguirán conviviendo, pero en nueva versión, con la figura de Alfonso Caso, el impulsor del Instituto Nacional de Antropología e Historia, que en febrero próximo cumple 80 años de su creación.

MÁS ADECUACIONES Y EXPOSICIONES

Otras de las salas que se prevé enriquecer y actualizar en términos de información son la 12 y 13, referentes a la diversidad oaxaqueña (en cuanto a grupos etnolingüísticos) y biodiversidad, y en los que se destaque la riqueza de ambientes que han propiciado sus culturas, formas de organización, vida comunal, entre otros aspectos “que la gente desconoce y que serán importante darse a conocer”.

Entre las nuevas exposiciones, se buscará aprovechar la colección que se tiene en depósito, en la que hay, entre otros, textiles y aerófonos prehispánicos. “Tenemos una colección de óleos del siglo XVII y XVIII que pensamos que este año tenemos que dar a conocerlos como piezas del mes”, refiere Noria, quien no descarta que entre los festejos del INAH Oaxaca sea uno de los estados que se sume a través de varias actividades en el año.