Acedia: El libro de los amigos de Édgar Saavedra
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Arte y Cultura

Acedia: El libro de los amigos de Édgar Saavedra

El autor presenta un volumen que considera resultado del trabajo colectivo, en el que se unen literatura y artes plásticas


El escritor y periodista Édgar Saavedra piensa que “la poesía es un valor que se está perdiendo” y que “hasta cierto grado es innecesario, inútil y ambiguo”. Nadie, dice, la necesita para sobrevivir, y sin embargo “la necesitamos como nunca”. Contradictorio, así parece el comentario del autor de Acedia, a quien la artista Susana Wald identifica como alguien que dista mucho del significado de la palabra con que titula el libro de poemas y piezas de arte (un concepto que se entiende en relación con la pereza o la falta de interés).

Wald es la artista chileno-canadiense y amiga del autor, quien ha lanzado los primeros acercamientos a la obra en que Saavedra reúne 15 años de poesía. Acedia es el título de esta síntesis literaria, en que se comparte lo vivido por el autor, a la vez padre de familia, papá, esposo y trabajador.

“Tengo la rutina de siempre, la de la sobrevivencia”, subraya. No obstante, sabe que si se enfrascara “nada más en eso”, habría una parte muy vacía en su vida. “Si no entendiéramos el sentido, el significado y el propósito de hacia dónde vamos, me parece que sería, como dice la Biblia, una sombra que pasa”, explica Édgar sobre ese periodo del que ha surgido la poesía.

Ahora, los 15 años de poesía, gran parte de ella inédita, se halla en un volumen donde conviven sus textos con las obras de 18 artistas plásticos amigos suyos. Además de resultar de la solidaridad de sus amigos, pues no suele buscar las instituciones.

“Mi poesía no está inventando el agua tibia, es sencilla, pero profunda”, señala el autor de los poemas que exigen leerse de corrido, pues están “casi vomitados, solamente que con pensamiento y corazón”. Por eso, dice, carecen de comas y puntos, lo que permite “entender el olor, el sabor, la fuerza y la contundencia con la que originalmente fueron escritos”.

Acedia, ahonda Édgar, no es un libro que pertenezca solo a él. “Es el libro de mis amigos porque sin ellos no me hubiera atrevido nunca. Es más, varios poemas se los di a ellos y ellos los interpretaron. Salvo excepciones, yo interpreté un dibujo que hay aquí de Susana”.

Entre otros, el volumen contiene reproducciones de la obra de Armando Guerrero, Efrén Jiménez, Cruz Alejandro, Crispín Valladares, Ixrael Montes, Gabriela González, Hugo Tovar, Natali Terán, Pablo Esteban, Ramón Núñez, Valerie Campos, Manuel Miguel, Esteban Urbieta, Rosendo Pinacho y Susana Wald.

Este poemario es uno lleno de emociones, según comenta Susana Wald, quien además lo destaca porque “es verdaderamente bello”, con un diseño “espectacular” en el que las portadas muestran (en 100 ejemplares de pasta dura) el arte de Ixrael Montes y el de Modesto Bernardo (quien creó una obra especial para los 400 de pasta blanda).

A decir de Ixrael Montes, los textos de Saavedra dejan ver “que la lengua española tiene muchísimas posibilidades”.

Acedia fue presentado en la galería del artista Saúl Castro, un sitio que el poeta consideró como ideal para compartir algo que tiene que ver con la cultura y da cuenta de sus relaciones en el arte, hechas con más pintores que escritores. Eso, argumenta, pese a que a veces ha “apuntado los cañones o los dardos dialécticos contra ellos”.