Escribo por memoria, por las cosas que leo: Antonio Vásquez
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Arte y Cultura

Escribo por memoria, por las cosas que leo: Antonio Vásquez

En su primera novela explora la existencia humana, a través de la muerte, el alcoholismo, la orfandad y el vacío


Mezcal o anís, da igual. Arturo sólo quiere mantenerse ebrio, en ese estado del que tanto se alejó. En su niñez, había prometido a su madre no tomar gota alguna para no caer en la enfermedad que aborreció de su padre. Pero lo suyo se ha convertido en la repetición de lo que llevó a su progenitor a la muerte. “A pesar de todos los esfuerzos que hace Arturo por no ser igual que su padre va repitiendo esos patrones”.

En Ausencio, su primera novela, Antonio Vásquez narra el alcoholismo, el vacío y la orfandad vividos por el protagonista, pero experimentados antes por la figura paterna, nombrada igual que el libro. En el volumen, Arturo es un joven que vive atormentado por la culpa, al no acudir en auxilio de su padre en una de las tantas borracheras. La trama es un ejemplo de la herencia familiar, sea alcoholismo o violencia, que el autor percibe en las familias y comunidades.

La vida del protagonista se apoya en parte en la del autor, nacido en Tucson, Arizona (Estados Unidos, 1988). La niñez conecta a ambos como “extranjeros”, como personas “ajenas” a tantas cosas y situaciones, las que, sin embargo, describen con tanta precisión, quizá en su afán por sentirse parte de o tan sólo para comprenderse a sí mismos.

“Creo que ese sentimiento de ser extranjero es más existencial y queda muy bien en un personaje (Arturo) que viene de otro lugar. En un momento el libro señala lo que soy, un extranjero”, dice Antonio, de 30 años y con un pasado que hasta los 11 transcurrió en su país natal, al que solo volvió en 2015, y del que, recuerda, no le causó tanta tristeza dejar. “Como que lo acepté y sí quería integrarme; cuando visito un lugar me gusta involucrarme y conocer gente, pero siempre es esta condición de extranjero”, añade el autor que con el idioma español ha tenido una relación peculiar.

“Crecí en Estados Unidos y cuando regresamos a Oaxaca yo traía esta actitud de gringo de menospreciar el español, en las clases no ponía atención, decía que para qué quiero aprenderlo si hablo inglés. Hasta la fecha, escribo por memoria, por las cosas que leo. Es una cosa muy intuitiva mi español, es mucho de oído, no podría dar clases”, comenta entre risas.

Ausencio, editado por Almadía (2018), recibió en 2017 el Premio Bellas Artes Juan Rulfo para Primera Novela. Antes del galardón, en 2014, el autor “estaba muy contento con ella”, la veía con potencial, pero su camino a la publicación fue complicado. La razón, se explica Vásquez, se debe a que “eres inédito” y por ello las editoriales o corporativos a los que llevó su manuscrito nunca respondieron.

El premio no sólo ha sido plataforma para que Antonio se dé a conocer o publicara su novela (antecedida por dos antologías con su trabajo: Cartografía de la literatura oaxaqueña actual II, en 2012, y Después del viento, trece homenajes a Jesús Gardea, en 2015). El nombre del galardón, Juan Rulfo, se deja entrever en la obra misma, especialmente a partir de Pedro Páramo (1955).

“En esta novela dialogo un poco con esa obra, sobre todo en los ambientes, en el lenguaje, en la forma poética en que escribe Rulfo y la exploración del Mictlán, del mundo de los muertos, eso me gustó mucho de Rulfo, y también su obra fotográfica”. Mi último refugio, una de las imágenes de Rulfo es recreada en el nombre de una cantina que visita el protagonista de Ausencio.

Muerte, vacío y alcoholismo, abordados en el volumen, sientan sus bases en las inquietudes que sobre la existencia ha tenido el autor desde los 16 o 17 años (quien en su búsqueda ha llegado a las reflexiones de Albert Camus, Herman Hesse y Fiódor Dostoyevski).

Descrito por sí mismo como un ser con un “temperamento medio melancólico”, Antonio atañe a eso su inclinación por escribir sobre cosas “un poco pesimistas” o de las relaciones humanas, como las que se dejan ver en algunos de los cuentos de su nuevo libro, además de continuar en su segunda novela, en proceso.