Tradición y fe en textil a la Guadalupana
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Arte y Cultura

Tradición y fe en textil a la Guadalupana

Más de 65 textiles son reunidos en la exposición Rosas y revelaciones, que abre el domingo en el Museo Estatal de Arte Popular Oaxaca


En 1531, cuando tenía 53 años de edad, Juan Diego era uno de los primeros indígenas cristianos en la antigua Tenochtitlán, al igual que algunas de las familias de su natal Cuautitlán, al norte de la Villa de Guadalupe. Pero su nombre y posterior beatificación se deberían a las apariciones que ante él tuvo la Morenita del Tepeyac, en especial la cuarta, aquella ocurrida el 12 de diciembre y en la que la imagen de la virgen se plasmó en el ayate donde éste llevaba hermosas rosas, como prueba de tales encuentros que le solicitó el señor obispo.

Cientos de años han transcurrido desde el origen de la historia, la que se mantiene viva entre la feligresía católica. Las promesas y peregrinaciones son incontables, pero entre ellas destacan las hechas a la Basílica de Guadalupe, a donde acuden miles y miles.

Las escenas de rodillas sangrantes, de rostros inundados de fe, de espaldas que cargan con flores en agradecimiento o para pedir milagros se han vuelto comunes, pero también extrañas o ajenas a los ojos extranjeros, como los de Linda Hanna.

De oficio tejedora y originaria de California, Estados Unidos, la radicada en Oaxaca desde 1997 fue sorprendida sobremanera por aquellas manifestaciones vistas en el viaje hecho con sus padres, en 1959.

“Fue algo muy fuerte para mí”, rememora quien tras varios años está fascinaba por la historia de la virgen y la conexión de ésta con la deidad prehispánica Tonantzin.

El que la aparición de la guadalupana se diera en un textil, muy cerca del corazón de Juan Diego, ha llevado a la también coleccionista a plantearse hace un lustro la creación de 65 textiles, de la mano de 63 maestros del arte popular.
Provenientes de 50 comunidades y de 10 estados, fueron ellos quienes con su trabajo de meses o hasta años se convirtieron en los responsables de la colección particular de Hanna, y que ahora es mostrada primera vez al público por en la exposición Rosas y revelaciones.

La muestra estará abierta desde el domingo 9 de diciembre y hasta parte de marzo en el Museo Estatal de Arte Popular Oaxaca (MEAPO), en San Bartolo Coyotepec (región Valles Centrales). Cercana a la celebración del 12 de diciembre, representa un homenaje a la Virgen de Guadalupe.

FE Y TRADICIÓN

Como aquellos feligreses que acuden ante la Morenita del Tepeyac, los creadores de Jalisco, Chiapas, Oaxaca, Puebla, Guerrero, Michoacán, Estado de México, Colima y Tlaxcala recurrieron a la tradición textil para dar forma a huipiles, enaguas, rebozos y demás piezas de la colección. Pero la fe también ha sido parte del proceso, ya sea porque los hilos fueron llevados a bendecir, como lo hizo un creador de Mitla, o porque esta impulsó la confianza de otros para animarse a crear diseños jamás pensados.

Ya sea con 5 mil nudos, como los de la randa de aguja, o con brocados hechos en telar de cintura, los autores también plasman sus creaciones en un catálogo de la muestra que se pretende llevar a Guadalajara, Ciudad de México y a Estados Unidos.

Hanna, quien se ha expresado sorprendida y humilde ante tales creaciones, resalta la labor de los maestros, quienes la mayoría de las veces carecen del reconocimiento a su trabajo e incluso reciben un pago menor al merecido por sus creaciones.

“Pienso que el público puede entender estas cosas y apreciarlas más porque usualmente no entienden el por qué del costo de las piezas, al desconocer lo estas implican”, señala Linda, quien ha conocido cómo las y los creadores de arte popular utilizan técnicas y herramientas ancestrales.

Rosas y revelaciones se inaugura a las 13 horas de este domingo, en el MEAPO. El acceso a la muestra es libre y gratuito. Posterior a ello, habrá una expoventa del 10 al 13 de diciembre, en Convivio (avenida Benito Juárez 805, Centro, Oaxaca de Juárez.