Un navío de mujeres para reconciliar a los géneros
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Arte y Cultura

Un navío de mujeres para reconciliar a los géneros

Viridiana Yescas, Jéssica Santiago Guzmán, Andrea Castro y Citlallic Rosales Díaz suman sus poemarios a la colección de Astromelia Editores


Un navío de mujeres para  reconciliar a los géneros | El Imparcial de Oaxaca

“Sabemos muy poco del universo femenino. Cuando lo conocemos, sin embargo, nos deslumbra”. Con estas palabras, la poeta Araceli Mancilla se introduce a la labor de cuatro escritoras emergentes en Oaxaca. A los versos de un grupo que bajo el nombre de Un navío de mujeres ofrece sus poemarios sobre violencia, tristeza, libertad, sexualidad y una inmensa lista de temas, sentimientos y emociones.

Ambientada en un laboratorio de orquídeas o denominada como el ruido del tiempo, al igual que dos de los títulos, la poesía de Viridiana Yescas, Jéssica Santiago Guzmán, Andrea Castro y Citlallic Rosales Díaz nutre al catálogo de Astromelia Editores. El sello del poeta y editor Alejandro Aparicio Morales es el responsable de estos volúmenes. Y estos, a sus vez, celebratorios del sexto aniversario de la casa que decidió compartir la serie el pasado fin de semana, en la Biblioteca Andrés Henestrosa (ciudad de Oaxaca).

Para el editor, la serie representa la reconciliación de los dos sexos (hombre y mujer) y de los géneros masculino y femenino. También, una muestra de que ambos pueden colaborar de manera pacífica.

“Y creo que al final lo logré”, apunta el también autor de El sueño ligero de los gatos y La segunda muerte, quien concreta esta pretensión de hace varios años. Lo mismo que de reiteradas invitaciones a las autoras que “nunca se animaron a enviarme ningún texto”, pero a quienes consiguió publicar al aferrarse y “ponerle un poco más de presión”.

Los cuatro volúmenes se lanzaron en dos versiones: una artesanal (de tiraje limitado) y una económica (con mayor número de impresiones), en los que se aprecia, también, el trabajo del artista plástico Spencer Farías, como parte de un reto visual por recrear los títulos en forma de primeros planos al cuerpo de la mujer.

Del trabajo que contiene la propuesta fresca de la poesía en Oaxaca, Aparcicio reconoce un proceso “muy emocionante”, tanto por la decisión de estas autoras al compartir sus textos y “porque creo que su poesía ha madurado”.

De la intención por reencontrar a hombres y mujeres que marcó el proyecto, Araceli Mancilla, una de las prologuistas junto a Efraín Morales, Sonia Prudente y Rafael Alfonso, confía en que “a partir de este conocimiento puede haber un reencuentro en las relaciones no solamente entre hombres y mujeres, sino en general en las relaciones del mundo con el mundo”. Las mujeres, añade la autora de La mujer del umbral somos más del 50 por ciento de la población y se desconoce mucho del trabajo que hacemos.

He ahí el valor de la serie integrada por El ruido del tiempo, de Andrea Carrasco; Laboratorio de orquídeas, de Citlallic Rosales; Lumbre, de Viridiana Yescas, y Que nadie cierre las ventanas, de Jéssica Santiago, pues se trata de una que ofrece un acercamiento a ese universo del que habla Mancilla.

“Cuando entramos al mundo de las mujeres, de lo que sentimos, de lo que problematizamos, lo que las mujeres queremos, vemos que es muy distinto al universo de los hombres, aun cuando hay muchas similitudes. Y desde luego, desde la poesía, es necesario que esto se conozca”, menciona la escritora.

Y a esta pertinencia, se suma la voz de Yescas, autora que aboga por el reconocimiento de la literatura escrita por mujeres, porque “nuestra voz se escuche, que nuestro trabajo sea reconocido y que quedarnos calladas sea solo por elección”.

La palabra, la poesía, es patrimonio de todos, por encima de los altibajos de la moral, ahonda quien en medio de este lanzamiento habla de cómo las féminas han sido “tradicionalmente delegadas, censuradas, fragmentadas, rotas, desaparecidas, silenciadas, valoradas por nuestro físico, las esposas de, las novias de. Esclavizadas”.

LA POESÍA QUE SURCA A ASTROMELIA

Un navío de mujeres es la serie de cuatro poemarios escritos por Viridiana Yescas, Jéssica Santiago Guzmán, Andrea Castro y Citlallic Rosales Díaz. Su publicación se desprende de una labor iniciada hace seis años por Astromelia Editores. A los nueve títulos (de un solo autora y a manera de antologías) que desde 2013 se han publicado, los poemarios de las escritoras emergentes ofrecen nuevas visiones del género literario. Cristalizan, además, un diálogo entre la literatura y las artes visuales que comenzó de la mano de Spencer Farías.

Alejandro Aparicio, escritor y fundador de la editorial, ha señalado que la poesía es el eje de la casa cuya creación obedece a la necesidad de publicar sus propias obras y después para que autores emergentes encuentren un espacio para difundir su trabajo.

UN RUIDO PARA  ALZAR LA VOZ

Para Andrea Carrasco, la poesía es una especie de ruido; efectivamente, dice, se trata de “una manera de alzar la voz”, más cuando hay ocasiones “en que están tratando de callarnos o silenciarnos”.

La autora de El ruido del tiempo ve en la poesía un alto, una pausa para pensar o cantar en el fluir de todos los días.

Con Laboratorio de orquídeas, Citlallic Rosales Díaz “establece las condiciones de un espacio que se despliega para la experimentación”, según externa su prologuista Efraín Morales, quien ve como resultado “una serie de pruebas que mapea un sustrato muy volátil”.

Suicidio, violencia contra las mujeres, las relaciones filiales, la tristeza, el dolor, la dulzura, la libertad, la sexualidad… la muerte del can muerto, al que se prefiere por sobre las mascotas “de motor” surcan los textos de este navío que llega a unas costas de la literatura que Araceli Mancilla ha visto mucho más poblada por hombres que mujeres, al menos en el plano de la publicación.