Francisco Toledo: el “yo mismo”; el yo complejo

¿Quién es Francisco Toledo?, ¿quién es y qué ha pasado con aquel adolescente de 13 años que llegó a Oaxaca para seguir sus estudios?, ¿quién es aquel que en sus inicios en el arte, lejos de recibir un comentario favorecedor para su obra, escuchó de Arturo García Bustos el consejo de dedicarse a la fotografía?, ¿quién es el artista que, sin pretenderlo, se convirtió en un coleccionista de más de 24 mil piezas de gráfica?, ¿quién es el que ha volado un papalote para sumarse a la exigencia por los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, el que ha grafiteado la banqueta para decirle al exgobernador Gabino Cué que el Centro de Convenciones no debía hacerse en el Cerro del Fortín?, ¿quién es el que lo mismo ha regalado tamales en su lucha contra los transgénicos que diseñado las rejas de un árbol en El Llano, de un Museo Infantil o del Archivo Histórico de Oaxaca?

¿Quién?, ¿quién es usted, el que ha dicho no ser “un hombre de voluntad que diga: voy a París y quiero triunfar”? Y, sin embargo, allá por los años 60 se hizo con dos cartas de recomendación que el galerista Antonio Souza le dio para entregarle al pintor mexicano Rufino Tamayo y al escritor Octavio Paz.

¿QUIÉN ES?

Usted ha dicho que con Pro Oax no quiere ni ha buscado un puesto en la política, también que carece de credencial de elector para votar. Pero… ¿es acaso eso impedimento para mostrar su desacuerdo con Peña Nieto y con Donald Trump? ¿O para pedirle a Andrés Manuel López Obrador, en 2014, que se sumara a su campaña a favor de los maíces nativos, y hace unos días externarle su deseo porque se atienda la educación, con escuelas dignas y un trabajo coordinado con los docentes?

¿QUIÉN ES USTED?

Aquel que en 2015 donó a uno de sus “hijos” (el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca) al entonces Conaculta, ¿quién es? ¿Quién es el que por el año 1993 sugirió a María Isabel Grañén Porrúa curar la exposición de los “tesoros” de la Biblioteca Francisco de Burgoa? Aquel que junto a ella emprendió la catalogación del acervo que en este año fue considerado como parte de la Memoria del Mundo México, ¿quién es?
¿Quién es el artista que también se ha sumado en la preservación de las lenguas indígenas?

De usted, el director del Jardín Etnobotánico de Oaxaca, Alejandro de Ávila, ha dicho que es “nuestro santo patrón”, porque “hace posibles cosas que sin él no pasarían”, como la creación de instituciones culturales (el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca, el Centro Fotográfico, una biblioteca para invidentes, el Jardín Etnobotánico, el Centro de las Artes de San Agustín y el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca).

Pero también porque, como ha dicho Daniel Brena (director de uno de los recintos que usted ha impulsado) dio la pauta para otras instituciones que aunque no son “parte de la familia Toledo”, han surgido con una visión similar a las generadas por su persona.

A usted, su hija Natalia Toledo lo ve como el hombre de las instantáneas en que ambos, “muy jóvenes”, van “caminando en la arena del mar del Istmo, comprando, comiendo o simplemente posando en el parque de Juchitán con otros niños de la Séptima Sección y algunos parientes”.

¿Es usted una de las dos figuras míticas (usted y Benito Juárez) que en Oaxaca reconoce Guillermo Santos, el joven que le escribe los textos de sala de sus exposiciones? ¿Ese que este mismo joven mira como alguien muy presente, con luchas “muy actuales” (contra los transgénicos, la necesidad de la poesía, la incentivación a la lectura) y a la vez muy antiguo?

Usted, el coleccionista, el promotor cultural, el artista, el padre, el activista… el que ayer cumplió 78 años y que en estas fechas evita dejarse ver.

Hoy, aunque con varios datos sobre su vida y obra, aún parece complicado conocerlo del todo. A lo mucho se pueden hacer esbozos, quizá tantos como las 120 piezas con que se describía a sí mismo en la exposición que mostró hace un año en el IAGO. Puede que la cifra rebase los 200, como las gráficas exhibidas en 2017 en el Centro de las Artes de San Agustín, en las que se pudo conocer la relación que tuvo con otros artistas.

Parece que es un artista que no está convencido y no está satisfecho ni de su labor social ni de su creación artística, como decía hace un año Inari Reséndiz, directora del IAGO.

Pero la pregunta sigue, ¿quién es?

Y puede que usted diga: yo mismo (naa pia’, en zapoteco, como ha considerado sus orígenes).