Tejiendo sueños de mil colores
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Tejiendo sueños de mil colores

Han pasado casi 38 años desde que Fidel Salazar Rosales y su esposa Martha Modesta Ramírez Estrada tuvieron la idea de crear su propio negocio utilizando el oficio que heredaron de sus ancestros, la creatividad y sus ganas de salir adelante


Tejiendo sueños de mil colores | El Imparcial de Oaxaca

Una historia de trabajo, esfuerzo, visión y toma de decisiones firmes envuelve la vida de la familia Salazar Ramírez, cuyos orígenes se remontan en el campo. Dedicada de tiempo completo a las labores propias de la tierra, esta familia tradicional oaxaqueña cambió su vida campirana para entrar a una nueva etapa: la tecnología.

Fidel Salazar Rosales, fundador de la empresa Decorcinco, taller artesanal textil, ha labrado una nueva historia, ya que sus padres le dieron la oportunidad de estudiar, con la condición de no descuidar la siembra. Las ganas de salir adelante y la búsqueda de una mejor vida lo motivaron para terminar la carrera de Ingeniería Textil, en el Instituto Politécnico Nacional.

“Mi abuelito no quería que mi papá estudiara porque era el único hijo varón que podía ayudarlo en el campo. En la madrugada cortaba la alfalfa y de ahí se iba a la escuela. Mi abuela apoyó mucho a su hijo para que lograra uno de sus sueños”, comentó Fidel Salazar Ramírez, tercera generación. 

Herramientas de trabajo

Las máquinas de coser, siete telares y sus complementos, que son conformados de más de mil piezas, como un carrete del tamaño del telar, rodillos, caballos, navajas, lanzaderas, canillera y canillas, son fundamentales para el nacimiento de las figuras caprichosas que se plasman en los lienzos. El hilo de algodón, materia prima básica, se compra en Puebla y Oaxaca “hay dos tipos de hilo, uno para la urdimbre o la base del telar que se llama 30, el otro tipo de hilo es para la trama, aquí se le pone el color, del número ocho que es el grosor”, señaló Fidel, quien aporta sus conocimientos al negocio familiar.

Detrás de esta empresa textil, fundada en septiembre de 1978, están 13 trabajadores: dos tejedores, cuatro costureras, dos empleados en el área administrativa y ventas, y los cinco integrantes de la familia, incluidos los fundadores. De manera externa forman parte del equipo una costurera, una empuntadora, dos en producción y dos en el área de diseño, que en conjunto con el despacho de diseño Morfo, echan a volar la imaginación para darle forma a animales, personajes históricos y otras piezas para el hogar.

Decorcinco, que dentro de cuatro meses cumplirá 38 años, ha superado momentos de crisis, pero jamás ha tirado la toalla, al contrario, estos altibajos la han fortalecido y son un motivo para buscar la renovación constante. Durante el conflicto político-magisterial del 2006, la economía de esta compañía oaxaqueña se vino abajo; el número de trabajadores se redujo a ocho.

“Desde hace 10 años buscamos la innovación para encontrar un producto que nos dé la solvencia, el flujo que sea del gusto del cliente, que nos permita crecer de manera exponencial”, dijo el ingeniero industrial.

El taller, en donde el hilo se transforma en tela y se realiza el proceso para preparar el telar, se divide en tres áreas: tejido, donde están los telares (urdir y encanillar); confección, en la cualse convierte la tela en un producto, y la sala de exhibición, que también sirve como sala de juntas.

La tecnología

Fidel y sus hermanas consideran que la tecnología es aquel proceso que te ayuda a hacer una actividad de manera más rápida y eficiente, mediante el cual se le adiciona un valor agregado al producto. Sin embargo para confeccionar los telarínes utilizan un proceso antiguo que es el telar de pedal. “Antes el telar tenía sólo dos pedales y se utilizaba una lanzadera para tejer con la mano, luego se le adicionó la tecnología: un chicote, que sirve para jalar. “Nosotros consideramos todos estos implementos como avances tecnológicos, no necesariamente tienen que ser robots. En un curso de capacitación nos dijeron que entre más tecnología tenga tu producto es menos susceptible a la copia. Estos implementos tecnológicos dentro del proceso de producción en el telarín nos ha permitido, que durante seis años, no tengamos un competidor directo y sigamos siendo el taller como punta de lanza o pioneros en elaborar muñecos de tela en telar de pedal”, festejó orgulloso el entrevistado.

La tecnología en Decorcinco se llama telar de cintura, una herramienta esencial para el crecimiento de este negocio familiar, que los ayuda a crear productos distintos, de mejor calidad junto con máquinas de coser, una cortadora e incluso las tijeras todavía se utilizan.

Los encargados de esta pequeña fábrica siguen en constante aprendizaje. “Plan de Negocios” y “Desarrollo de Empresas” fue el último curso que tomaron; en el 2011 participaron en un proyecto federal llamado “Yo emprendo”, que los ayudó a tener otra visión en el tema administrativo.

Decorcinco le da la vuelta al mundo

A pesar de que el taller artesanal textil no tiene un ejército dentro de su nómina, sus productos han viajado por todo el mundo: clientes de Rusia, Brasil, Colombia, España, Francia, Holanda, Japón, Canadá y Estados Unidos han comprado los famosos telarínes. Bolsas y toallas de playa con certificado de origen han llegado hasta Hawaii.

“La ventaja de las expos en Oaxaca es que la gente conoce nuestro producto y nos contacta. De primera instancia son ventas de menudeo, ya después hacen pedidos que salen a otra parte del mundo”, aseguró Carmen, quien da atención personalizada en las ferias artesanales.

Los productos de Decorcinco se distribuyen en la Ciudad de México en la tienda Onora; en Cielito Lindo, una empresa de Nueva York y en Sacramento, California, en un colectivo que se llama Sol Colectiv, que promueve estas artesanías textiles. En la capital oaxaqueña se distribuyen en tres cooperativas: Huizache Arte Vivo de Oaxaca; Almacén Mexicano de Diseño, colectivo donde participan varios diseñadores y en Instituto Oaxaqueño de las Artesanías (IOA), a cargo del gobierno estatal.

Principalmente nuestro mercado es nacional, los mexicanos son los que más compran nuestros productos, al cual les estamos muy agradecidos”, externó la contadora Carmen.

Inicios

Fidel Salazar Rosales y su esposa Martha Modesta Ramírez Estrada empezaron a confeccionar ropa artesanal, varios funcionarios y músicos lucían sus modelos exclusivos. Con los años se dieron cuenta de que el negocio no era rentable y le apostaron a los blancos como colchas, cabeceras, manteles y también a las lámparas. “En la época del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) fuimos el primer taller que encortinó el desarrollo de la bahía de Huatulco; el hotel Binniguenda fue el primero, luego el Sheraton y el Maeva”, explicó Carmen, la otra hermana quien se encarga del área administrativa.

El matrimonio Salazar Ramírez consciente de que el negocio debería crecer y modernizarse, les dio la oportunidad a sus tres hijos de estudiar. Julieta, de profesión arquitecta, que cursó sus estudios en la facultad Cinco de Mayo en la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO), ve todo lo relacionado a la producción. Ella es la hermana mayor quien le da vida a las telas, desde el diseño hasta que sale el telarín, la colcha o el producto final.

“Julieta se enfoca al diseño de la tela artesanal. Primero piensa en una colección, le da forma y a partir del diseño hace el tejido y después viene la confección”, comentó Fidel, el único hijo varón. La otra hermana, Mari Carmen, que es contadora, se encarga de las compras y coordina toda la materia prima. Fidel, el más pequeño, terminó la carrera de Ingeniería Industrial y es el responsable de la comercialización.

El producto estrella

Desde hace seis años, el telarín, un muñeco artesanal elaborado desde la urdimbre del lienzo, les ha dado el crecimiento económico necesario para contratar más empleados. Estas figuras de tela, cuya inspiración nace de la naturaleza y de la imaginación, han tenido tanto éxito que ya existen ocho colecciones en el mercado. El más elaborado es el de los códices, asociado con el calendario; las calaveritas, inspiradas en la ideología del México antiguo; la Guelaguetza vinculada con la indumentaria de la mujer oaxaqueña; animales del mundo, aquellos seres vivos con arraigo cultural.

Dentro de esta galería multicolor también están los animales endémicos, la navideña, los tradicionales nacimientos y como un tributo a personajes de la vida del siglo XX, Decorcinco elaboró llaveros y almohadas con la figura de Frida Kahlo, María Sabina, El Santo, el Chapulín Colorado y Tintan. La más reciente colección: la de unicornios.

Telarines

El Telarín es un muñeco artesanal elaborado en un telar de pedal. Existen ocho colecciones:

1. Códices
2. Fauna endémica (animales de Oaxaca) cocodrilo, la rata, la rana y el murciélago.
3. Animales del mundo (jirafas, ballenas, gatos, elefantes)
4. Calaveras
5. Tributo a México del siglo XX
6. La Guelaguetza
7.Navideñas
8.Nacimientos

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Para adquirir cualquier producto, la tienda se encuentra ubicada en Prolongación de Arteaga, número 205, Colonia Cinco Señores.

Piensa en grande y acertarás…

El preservar la cultura oaxaqueña, generar empleos, pero sobre todo, trabajar en familia es la manera en que estos empresarios ven la vida y la enfrentan. Una de las satisfacciones más grandes para Decorcinco es ser una fuente de trabajo, que ha salido adelante con disciplina, responsabilidad, compromiso, calidad humana y calidad en el producto.Para Julieta, Carmen y Fidel el contribuir al desarrollo económico de la colonia Cinco Señores, donde nacieron y crecieron, ha sido su mayor recompensa.

El lema de la familia Salazar Ramírez es “los telarines van a llegar a todo el mundo” y dentro de sus planes está hacerlo realidad, con la plena confianza que las redes sociales serán sus mejores aliadas. Para lo que resta del año, la actualización de su página web, conseguir más distribuidores e incrementar las ventas online son las metas a alcanzar.

“En la página de Internet vamos a hacer historias, desarrollar cuentos, hacer libros de los telarínes, esas historias las vamos hacer video y la intención es viralizarlos en el Internet. Ya tenemos dos cuentos: La lluvia del elefante y Sara la unicornio y las nubes de algodón de azúcar, compartió Fidel Salazar.

EN EL MUNDO

Los productos de esta compañía oaxaqueña se han distribuido en países como: Rusia, Brasil, Colombia, España, Francia, Holanda, Japón, Canadá y Estados Unidos.