El circo, una diversión del pasado
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El circo, una diversión del pasado

Los payasos bromean con la situación económica de la gente y la inasistencia al espectáculo circense, de la gente que antes abarrotaba las carpas. Los payasos bromean con la situación económica de la gente y la inasistencia al espectáculo circense, de la gente que antes abarrotaba las carpas


El circo, una diversión del pasado | El Imparcial de Oaxaca

“¿Qué será de los circos desde que les prohibieron ofrecer espectáculos con animales silvestres?”, es la inquietud de algunos oaxaqueños que han acudido a presenciar las funciones que presenta en Oaxaca la compañía Circo Atayde Hermanos.

A tres años de que entrara en vigor la Ley General de Vida Silvestre que prohíbe utilizar animales salvajes en los circos, hoy en día el espectáculo se centra en las actuaciones de los malabaristas, payasos y acróbatas.

En años anteriores, durante la presentación de las grandes compañías de circos en Oaxaca, las filas de espectadores en cualquier día de la semana rebasaban cientos de metros, en los fines de semana los boletos se agotaban en cuestión de minutos y algunas familias se veían obligadas a esperar hasta la próxima función.

El anuncio sobre la llegada de los circos se realizaba a través de perifoneo en las principales calles de la zona metropolitana, donde los organaizadores desfilaban a los animales exóticos, principalmente felinos como tigres y leones.

Las empresas más importantes en el ramo también ofrecían espectáculos con elefantes, incluso jirafas, que hoy en día, tras la entrada en vigor de esta ley, en junio de 2015, nadie sabe cuál fue el destino de estos animales.

El abandono y el poco interés que fue adquiriendo este tipo de espectáculo se aprecia a simple vista, desde la sede que eligió la compañía Circo Atayde Hermanos. El acceso ubicado sobre la calle Canal en inmediaciones de la zona comercial Plaza del Valle, luce totalmente destrozada e intransitable.

Para los vehículos pequeños, pasar por el lugar es prácticamente imposible, pues la carpeta asfáltica fue sustituida por enormes baches y hoyancos que hacen patinar a cualquier unidad que pasa por el lugar.

Los costos de los boletos se mantienen como desde hace varias décadas, oscilan desde los 100 pesos hasta los 300 pesos por persona, con la suerte de que en estos últimos días de su presentación en la capital, la promoción del 2 x1 se mantiene vigente.

Las filas son cortas, en el acceso el único felino que da la bienvenida es un león hecho de metal mordiendo un letrero que informa sobre las restricciones para entrar ya sea a Luneta, Palco o Gradas.

La mayoría de las familias prefieren ingresar a las gradas para desembolsar el costo mínimo, pues actualmente la economía en el estado de Oaxaca se encuentra estancada y debido a los gasolinazos la carestía se ubica a su máximo nivel.

“Ya no me pidas nada adentro porque aquí nos pueden cobrar hasta por una sonrisa”, es la advertencia de un padre de familia quien lleva a en brazos a su hijo para mostrarle cómo han cambiado los espectáculos en los circos modernos sin animales silvestres.

El espectáculo inicia con una breve introducción sobre la historia de los circos, lo cual se define como una diversión del pasado, aunque los payasos, malabaristas y acróbatas hacen todo lo posible por hacer reír y pasar un momento inolvidable al público asistente.

En la primera función, en el primer día de la semana, la entrada no supera ni 15 por ciento de los asientos destinados en Luneta, Palco y Gradas, a ello hacen alusión los actores bromeando sobre la realidad que ahora enfrentan en cada presentación.

“¿Qué dice la multitud que tenemos en aquellas gradas?, ¿qué dice el papá invisible que está del otro lado?”, bromean los payasos frente a las butacas vacías que se observan en la mayor parte de las gradas.

Con los chistes y actuaciones chuscas, las carcajadas aún se escuchan entre el público presente, principalmente de niños que ya no tuvieron la oportunidad de presenciar aquellos animales silvestres, que a decir de los animalistas eran maltratados por las condiciones en que los transportaban y los mantenían en cautiverio.

Ley General de Vida Silvestre: Basamento legal que afectó el espectáculo circense

Artículo 27.

El manejo de ejemplares y poblaciones exóticos sólo se podrá llevar a cabo en condiciones de confinamiento que garanticen la seguridad de la sociedad civil y trato digno y respetuoso hacia los ejemplares, de acuerdo con un plan de manejo que deberá ser previamente aprobado por la Secretaría y el que deberá contener lo dispuesto por el artículo 78 Bis, para evitar los efectos negativos que los ejemplares y poblaciones exóticos pudieran tener para la conservación de los ejemplares y poblaciones nativos de la vida silvestre y su hábitat.

Artículo 32.

La exhibición de ejemplares vivos de fauna silvestre deberá realizarse de forma que se eviten o disminuyan la tensión, sufrimiento, traumatismo y dolor que pudiera ocasionárseles.

Artículo 33.

Cuando de conformidad con las disposiciones en la materia deba someterse a cuarentena a cualquier ejemplar de la fauna silvestre, se adoptarán las medidas para mantenerlos en condiciones adecuadas de acuerdo a sus necesidades. Artículo 34. Durante el entrenamiento de ejemplares de la fauna silvestre se deberá evitar o disminuir la tensión, sufrimiento, traumatismo y dolor de los mismos, a través de métodos e instrumentos de entrenamiento que sean adecuados para ese efecto.


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