Arte por la normalización de la menstruación
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Arte y Cultura

Arte por la normalización de la menstruación

A través de textos, ilustraciones y relatos, mujeres comparten sus historias sobre este proceso


Un domingo por la mañana, a la edad de 12 años, Asela sintió un dolor entre las piernas y corrió al baño. Pensó que el síntoma se debía a la salida del día anterior al parque. Pero al sentarse, vio salir de sí un delgado hilo de sangre que se perdió entre el agua y la orina.

“Y pegué un grito, asombrada y asustada a la vez. Mi madre, cual remolino de viento, entró al baño, me miró y no tuve que decirle nada más. —Vaya, —exclamó con un dedo en la barbilla. —Ya ha pasado”.

Como Asela, muchas mujeres aún desconocen de la menarca, esa primera menstruación que dará paso a otras tantas en su vida. Quizá hayan escuchado de ella o visto información en los libros de la escuela, pero es muy probable que no la recibieran de parte de sus madres o alguna persona cercana, como ocurrió con Asela.
“Supongo que (mi madre) pensó que algún día me iba a enterar por otro lado”.

Así lo cuenta Asela en el relato que comparte en el libro Menstruarte, publicado por Migrartos Taller. Junto a su historia, hay grabados, ilustraciones, fotografías, y poemas de Aitza, Asela, Natalia, Rosa Bertha y Lea Josefine. Además de cápsulas informativas que Rosario Hernández Sánchez y Edith Guadalupe Pérez Chávez reunieron a partir de una convocatoria.

Normalizar la menstruación y difundir información en torno a ella es el principio de este proyecto colectivo que nació por la inquietud y preocupaciones de sus coordinadoras, quienes también aportaron sus trabajos para el volumen.

La idea, refiere Rosario, surge porque ella y Edith han detectado que muchas mujeres carecen de información sobre la menstruación e incluso se ha visto a esta como algo de lo cual no se debe hablar o si se hace tiene que ser de manera discreta. También porque han conocido de culturas alrededor del mundo en que se relega a las mujeres durante su periodo, al grado de impedirles hacer o tocar ciertas cosas, por temor a que las arruinen.

Menstruarte, publicado hasta ahora en tres versiones, contiene una serie de ilustraciones, grabados y fotografías que —de forma interactiva, pues incluso se pueden pintar o cambiar por creaciones propias— aproximan a temas como el por qué las niñas deben saberlo todo de la menstruación, la relación entre esta y la luna, la sangre menstrual y las creencias ancestrales, la primera menstruación y confesiones de una vulva.

En un mundo en que la violencia se ha normalizado a través de la pintura y el arte, las coordinadoras de Menstruarte se preguntan ¿por qué no podemos hacerlo con el tema de la menstruación?

Es así como el volumen surge en medio de otros esfuerzos hechos desde el arte, como las fotografías publicadas en Instagram por “Zinteta” (Cinta Tort), quien recrea la menstruación con brillantina y pintura; y las imágenes de Jen Lewis, que en Beauty in blood reflexiona sobre el periodo como parte de los derechos humanos. O la propuesta de Vanessa Tiegs, que a través de los 88 cuadros de la serie Menstrala (que ha pintado con su sangre menstrual) busca conectar a las mujeres con sus ciclos.

Desligar la menstruación de lo sucio, asqueroso, repugnante y grotesco han sido los objetivos de otras creadoras como Jess Cummin, Sarah Levy o Timea Páll, y en ese contexto también están las propuestas de Menstruarte. Aunque otro de los objetivos es informar a las mujeres sobre este proceso, de tal forma que se eviten padecimientos o estos se detecten a tiempo.

También, para dar voz a la pluralidad, y por lo cual se han incluido aportes de mujeres que no necesariamente se han formado en la escritura o las artes visuales.
“Eso era lo importante del libro, que lo único que nosotras pudiéramos hacer fuera menstruar, menstruar y a partir de ahí contar una experiencia en la que nosotras nos gustara”, señala Edith.