Menos visible la labor de compositoras en Oaxaca
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Menos visible la labor de compositoras en Oaxaca

La cantautora Ana Díaz percibe a más autores en la creación musical, aunque las mujeres destacan en la interpretación


  • Menos visible la labor de compositoras en Oaxaca
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Voceros de nuestro tiempo, así considera Ana Díaz a quienes se dedican a la composición. A decir de la oaxaqueña, que el año pasado lanzó su disco La Ruta de los peces, los artistas generan obras con las que se puede identificar qué pasa en una sociedad en cierta época y contexto.

Como compositora de sus temas, Ana Díaz señala que todas las artes han evolucionado en todas las culturas y tiempos.

En la actualidad, las letras también han cambiado, también se plantea si ahora se denigra más que antes, y ello lo asume como “una cuestión proporcional” que se debe a una exposición con más medios en los que casi cualquier persona puede obtener o publicar una canción. De ahí que pareciera que ahora existe mucho más tendencia hacia manejar términos denigrantes o letras que llevan a lo mismo.

“Creo que depende qué escuches. Hay de todo, obviamente sí hay géneros en los que se ha dado por tener esta libertad de hacer eso, de insultar de una manera o de denigrar a la mujer y el ser humano en general. Y antes, la misma cultura tenía una tendencia distinta en cuanto a cómo presentar el amor, a cómo presentar las relaciones, a cómo ser en una sociedad; las letras hablan de eso, de una cultura mucho más romántica, más caballerosa, más rebuscada. Ahora es más directo”.

Para la cantautora, que junto a otras artistas participó en el disco Ni un besito a la fuerza, las letras van cambiando, aunque confía en que no sea una tendencia el denigrar por medio de las canciones ni que sea una fórmula a seguir en medio de esta libertad.

“Yo no me siento dentro de una tendencia en la que hay que hacerlo así. Creo que tenemos una libertad de decir las cosas de otra manera, más directa, lo cual puede ser una ventaja”.

Cada compositor tiene un estilo diferente, así lo piensa Ana, pues hay quienes son más directos que otros, y unos con mayor facilidad para hacer metáforas. Todo se trata de una cuestión de estilo y en algunos géneros se puede prestar más.

Y aunque la globalización los lleva a tantas posibilidades, subraya que “lo principal es que tenemos que seguir siendo voceros de nuestro tiempo, que nuestra música tiene que hablar de lo que está pasando en el momento. Tal vez no como un factor determinante en que tienes que hablar de una cuestión social, política, de fijar una postura en un tema”.

UNA CANCIÓN QUE VENDA O ALGO PROPIO

En medio de toda la labor de composición, Ana reconoce temas que hablan de algo más local o que van hacia lo universal, pero ello depende de lo que el artista quiera decir y cómo expresarlo.

“Y los abordas desde el género musical, desde la letra que quieres utilizar ¿Quieres una canción que venda o porque necesitas decir algo?”

En tu caso, ¿cómo lo planteas, desde dónde escribes?

Pues yo no he logrado hacer que ninguna de mis canciones se venda (ríe), así que escribo para mí. He sido y soy una compositora más para mi proyecto personal; lo he intentado, sobre todo a raíz de la beca María Grever, que es lo que viene al caso, hacer música para alguien más. A mí, en lo personal, me cuesta un poco de trabajo, porque la composición ha sido un reflejo de algo que necesito decir de esa manera, más que una labor empresarial… Sí lo he pensado porque generalmente hay dos vertientes del compositor: puedes escribir para ti y puedes escribir para los demás.

Si lo que se busca es vender la canción, que funcione para hacer un éxito, Ana expone que hay fórmulas, tips y estructuras, con las que está probado y comprobado que funcionará. Pero para esto, añade, se tiene que pensar en un lenguaje, el público al que se quiere llegar e incluso quién interpretará la canción.

“Mi manera de escribir ha sido más: qué me está pasando, qué traigo dentro, qué necesito decir; entonces sale una canción”.

LA BALANZA ENTRE HOMBRES Y MUJERES

En más de dos décadas de trayectoria, la cantautora oaxaqueña percibe que en la escena musical independiente de Oaxaca hay más hombres compositores, aunque las mujeres destacan y son más en la interpretación ¿Dónde están los cantantes oaxaqueños?, es una pregunta que varias veces ha escuchado Ana, y a la cual ha respondido que los hay y muy buenos, pero quizá no han sobresalido.

“Tal vez nosotras somos más movidas, hemos logrado acaparar un poco más de reflectores, hemos visibilizado más nuestro trabajo en ese sentido”.

No obstante, refiere que los hombres compositores han tenido un trabajo de más tiempo y constancia. “Tal vez hay muchas mujeres que son intérpretes y no se han atrevido a cantar sus canciones, y tengamos que sacar eso y atrevernos a decir las cosas como queremos decirlo, sin miedo a ser juzgadas”.

CUANDO EL PÚBLICO CLAMA POR LA MÚSICA “OAXAQUEÑA”

En una ocasión, Mario Carrillo decía que una de las situaciones por las que pasan varios cantautores es la petición del público por algo de la música tradicional, aquella “oaxaqueña” de figuras fallecidas y consagradas como Álvaro Carrillo (su padre), de Jesús “Chuy” Rasgado, entre otros. Ante esto, él prefería ver una oportunidad para dar a conocer su trabajo como intérprete y, metiendo algunas obras propias en el repertorio, exponer su trabajo en la composición.

En el caso de Ana Díaz, las peticiones del público por los temas tradicionales han sido algo con lo cual lidiar toda la vida.

“La petición que dice Mario es real, a donde vayas te van a decir: ¿y conocido, qué? ¿Y oaxaqueño, qué? O que si te invitan, pero si cantas música oaxaqueña; hay una condición”.

Pese a ello, piensa que algo distintivo en su carrera es su tenacidad por dar a conocer una propuesta propia, lo cual ha impactado en un despegue distinto al que quisiera.

“He sido muy insistente en hacer mis canciones; participo en cosas que tengan que ver con la música tradicional, primero porque me siento orgullosa de la música tradicional, de la música oaxaqueña y mexicana, pero no es mi proyecto principal”.

Para bien o para mal, agrega Ana, ha elegido resistir y apostar por su proyecto, el tratar de nivelar para que lo tradicional no devore a sus composiciones. Y si bien considera que el público es muy importante, también lo es defender su propuesta.

“Porque sí te puede devorar y termines diciendo: de 10 les canto una mía, en lugar de decir les canto lo mío y por supuesto les comparto dos o tres canciones”.

Nuestra creación tiene fundamento y alimento en nuestra música tradicional, recalca la ganadora de la beca María Grever. Sin embargo, no es algo en lo cual se tenga que basar todo el trabajo. “Y no es una negación de la identidad ni una falta de nada, es porque siempre debe haber nuevas creaciones porque, ahí retomo eso que somos voceros de nuestro tiempo”.

Una canción de Álvaro Carrillo habla de un momento específico, de una manera de ser romántico, de una manera de expresarse en un tiempo determinado. Y tal vez una canción de ella o de otro autor es distinta ahorita. Así lo piensa la cantautora.

“Ahí es donde entra la validez en que no podemos quedarnos como intérpretes de lo que ya es, y menos por darle gusto a la gente”.