Maestro hortelano recibe reconocimiento; ha obtenido 18 primeros lugares en la 'Noche de Rábanos'
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Maestro hortelano recibe reconocimiento; ha obtenido 18 primeros lugares en la ‘Noche de Rábanos’

Durante muchos años de su vida, Juan Manuel García Esperanza participó en la tradicional Noche de Rábanos y obtuvo 18 primeros lugares, por lo que las autoridades municipales han decidido reconocer su trayectoria


Maestro hortelano recibe reconocimiento; ha obtenido 18 primeros lugares en la ‘Noche de Rábanos’ | El Imparcial de Oaxaca

El hortelano y orfebre Juan Manuel García Esperanza, quien ha pasado la mayor parte de su vida junto con su familia , durante muchos años se dedicó a plasmar su talento en la elaboración de figuras hechas con rábanos, y en este momento de su vida dijo sentirse orgulloso de haber obtenido 18 primeros lugares en este importante concurso.

Juan Manuel, vecino del barrio de La Noria, recuerda que la idea de participar en el concurso de la Noche de Rábanos surgió porque su padre, Luis García Félix, había participado en el certamen, por lo que junto con sus demás hermanos siguieron la tradición familiar.

El artesano recuerda que muchas veces su ingenio y talento lo hicieron acreedor del primer lugar, sin embargo, después de un tiempo Manuel decidió retirarse de la competencia y sus familiares siguieron con la tradición, pero dos años más tarde también se retiraron.

“Tengo bonitos recuerdos cuando se obtiene un primer lugar, la gente aplaude y se llena uno de satisfacción, como que eso da una nueva energía, sin embargo, todo tiene su tiempo”.

Satisfecho con la vida

En verdad me siento satisfecho porque creo que he podido hacer algo en mi barrio, y el día de mañana que ya no esté, espero que digan “te acuerdas de ‘El Don’”, sigo soñando con que alguno de mis hijos pueda seguir la tradición que tengo, eso me daría mucho gusto, aunque ya no estuviera, dijo Manuel.

“Hay esperanza de que alguien retome lo poquito que he hecho en el barrio, quería dejar huella, no pasar desapercibido, siquiera que tengan un recuerdo, esa es mi mayor satisfacción en la vida y también la familia buena que Dios me ha dado, como yo les digo a mis hijos siempre estén unidos porque la unión nos hace fuertes.

“Ahorita tenemos problemas, pero en navidad es momento de reunirnos, hay que olvidar cualquier problema, pasarla bien porque se festeja el nacimiento de Dios” añadió “El Don”.

Regresan para ganar

“Le dije a mi hermano Pedro, vamos a retirarnos y un día vamos a regresar. Cuando lo hicimos fue para ganar de manera consecutiva, no sé si fue la suerte o porque nosotros cuidábamos muchos los detalles, nos adentrábamos tanto en hacer el trabajo, que no olvidábamos de otra cosa, lo importante era presentar un buen cuadro”.

Juan Manuel comenta que a principios del mes de diciembre se preparaban, definían el tema y se investigaba para comenzar el trabajo, “le decía a mi hermano ponte como si fueran el jurado, cuida todos los detalles, porque uno de ellos nos puede hacer ganar, cada año entregábamos lo mejor de nosotros”.

“Todos mis trabajos me han llenado de orgullo, porque cuando los he hecho, les he puesto mucho cariño, al iniciar uno de ellos comienzo a soñar, a pensar que cuando lo termine salga lo más exacto que se pueda, no perfecto, porque no somos perfectos.

Si algún día nuestra era termina, lo que he hecho va a perdurar y cuando otras generaciones vengan se van a sorprender de lo que nosotros hicimos, todos traemos un don y yo le digo a la gente que lo que nos da Dios hay que aprovecharlo porque si lo dejamos pasar no se hace nada, resaltó el hotelano.

Buenos recuerdos de su niñez

Juan Manuel recordó que de pequeño iba al terreno de siembra con un cántaro de barro que le habían comprado sus padres, ya que los demás horticultores utilizaban uno de lámina para regar las hortalizas. Con una sonrisa relató que más de una vez se resbaló y cayó dentro de un pozo.

“Sin embargo, ellos (mis padres) estaban al tanto de mí, cuando veían que no estaba, buscaban adentro del pozo y ahí estaba, pero un día viví una situación muy difícil, porque caí en un pozo en donde había culebras de agua, me llevé un gran susto, quería que me sacaran de manera inmediata”.

El hortelano contó que su padre se levantaba a regar los terrenos a las 4:00 horas, dos horas después Manuel y sus hermanos eran llamados a regar lo que faltaba.

“En verdad les agradezco a mis padres que nos dieron una buena educación, en el tiempo que mi padre vivió sembrábamos el rábano y toda clase de verduras, tengo presente que él cuándo se ganó un premio especial logró que nos instalaran la energía eléctrica”.

Mi familia se dedicaba a realizar coronas, festones, arreglos para quince años, boda, recordó Manuel, todo lo que se ocupaba lo cultivábamos nosotros, mi hermano el grande y mi mamá llevaban sus canastas con verduras y flores al mercado Benito Juárez.

En el mercado existía el trueque mi mamá daba verduras y flores y nos daban pan y tomate, eran unas cosas muy bonitas que se recuerdan, “a mi madre le amanecía cuando teníamos que hacer seis coronas para el otro día.

Juan Manuel siempre quiso ser hortelano, sin embargo, su padre le dijo “la hortaliza va a terminar algún día y tú necesitas aprender algo”.
Fue entonces que lo mandaron con un señor que se llamaba Heliodoro Bautista, quien le enseñó a trabajar la joyería.

Hortelano y joyero

Cuando era joven, dijo, combinaba la siembra de la hortaliza con la joyería, pero se incrementó el precio del oro y decidió trabajar la plata, “gracias a Dios ahí vamos ya tenemos un pequeño prestigio y ya nos busca la gente.

En una ocasión una señora que tenía un puesto en el interior del pasaje Alberto Canseco Ruiz, que se localiza debajo del kiosco del zócalo, le encargó una corona para la virgen de Guadalupe, la cual elaboró con filigrana de plata cruzada con rubíes sintéticos.

“Si alguien a le gusta el estudio tiene que buscar libros para prepararse si es en el trabajo es lo mismo, hay que idear como hacer las cosas y hacerlas bien, es lo que tengo muy presente, estoy muy agradecido con esas personas que nos enseñaron un poco de lo que ellos sabían”.

“El Don” recuerda que en una ocasión el presidente de la República, Carlos Salinas de Gortari lo invitó a él y a otros a una reunión en donde participaron más de 60 grupos indígenas de todo el mundo, sin embargo, don Manuel participó como mestizo y llevó sus monos de calenda y una banda de música.

Me llena de satisfacción, subrayó “El Don” y dijo que no fue en vano su trabajo, “cuando me retire de los concursos di clase a los niños, pero como todo, después ya no me invitaron, termino mi etapa, es natural todos tenemos un tiempo, este reconocimiento que me van hacer es un estímulo tan grande que no tengo palabras para expresar mi agradecimiento a las personas que se fijaron en mí”.

Trabajo de corazón

Juan Manuel, comenta que está muy orgulloso de haber nacido en Oaxaca, “yo le pediría a la gente que es de acá que cuidemos nuestras tradiciones, no poner obstáculos porque como artesanos se vive del turismo, todos tenemos derecho a manifestarnos, pero con prudencia sin ofender a otras personas para que esta entidad vuelva surgir como era antes”.

En esta navidad, externó es bonito que todos seamos felices, invitó a dejar atrás los rencores y a estar más unidos con la familia, “porque eso nos va a sacar adelante”, asimismo, pidió a los artesanos que participan en la Noche de Rábanos que cuiden las tradiciones.

“Cuando hagan un trabajo que lo hagan de corazón porque en él se reflejan los buenos sentimientos de nosotros, ahí dejamos lo nuestro, todos los trabajos que he hecho les pongo mucho corazón, a veces hasta yo mismo me sorprendo, y digo ‘cómo le hice’, pero es un don que Dios nos da a todos y hay que aprovechar”, concluyó.


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